La cama se había convertido en su lugar seguro.Se deshizo de sus pantalones al igual que de el pequeño top que llevaba y enseñaba su cintura en conjunto al tiro bajo de su prenda inferior. La ropa interior de encaje negro manchada de fluidos que prefería ignorar en aquel momento también fue retirada y lanzada directamente al basurero.
Al igual que todos los conjuntos anteriores.
La ventana estaba abierta, lo que dejó que el frío aire de la noche colarse para acariciar la desnudez de su cuerpo. Estaba más delgada que la última vez que apreció con cuidado las costillas marcadas y que el tamaño de sus pechos disminuía cada vez más. Odiaba la sensación de poder sentir sus huesos cada vez que tocaba su cuerpo, aún así, no iba a molestarse en hacer nada para volver a su peso. Comer últimamente le parecía de lo más asqueroso, lo único que consumía eran esos cigarrillos baratos y el Vodka de dudosa procedencia que aquellas personas con las que solía salir de fiestas interminables le ofrecían.
Las ojeras bajo sus ojos se notaban a pesar de estar camufladas por capas y capas de maquillaje, su labio estaba roto por dentro pues uno de los tipos con los que de había acostado ese día la había mordido sin cuidado. Marcas de dedos en la parte baja de sus caderas y algunos chupones en sus clavículas.
Se sentía como esas muñecas que tenía de pequeña y cortaba y pintaba con marcadores permanentes a su antojo. Pues aunque sus marcas no fueran de tinta, dejaban un rastro imborrable en su interior, pero ¿qué más daba?, sólo eran un par más sumadas a las que ya tenía.
Se quitó sus anteojos para poder resfregar sus ojos cómodamente. Ardieron por la máscara de pestañas entrando en sus orbes, pero se sintió más relajada después de hacer eso. Rebuscó entre los cajones de su clocet hasta encontrar aquella camiseta que le había robado a Tenko hacia un par de días, su novio desde que lo conoció.
—Hijo de puta.—Murmuró al sentir los rasguños que tenía en su espalda baja quemar al calzarse un nuevo par de bragas. Aquello fue suficiente para ella, se lanzó a las mantas desordenadas buscando que ellas le dieran el arruyo que necesitaba.
Sus almohadas estaban acomodadas de forma que ella quedara en medio, rodeada de todas ellas. Saome había dicho que parecía un nido, en realidad lo hacía desde pequeña cuando debía quedarse sola por noches enteras y odiaba la sensación de soledad.
Dejó los lentes en la mesita de noche embriagandose de la sensación de no ver absolutamente nada de forma clara, a veces aquello era la sensación más satisfactoria que tenía. Le gustaría poder hacer algo así en todos los aspectos de su vida.
Escuchó desde afuera la voz de Hizashi y maldijo para sus adentros, lo que menos quería en ese instante era tener que soportar sus predicas de persona optimista. Sólo quería hundirse en su mísera sin que nadie la molestara, morir mientras dormía y luego ser cremada y lanzada al mar.
¿Por qué aquello era tan difícil de entender?.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐑𝐎𝐖 𝐔𝐏.-Tokyo Revengers.
Fanfiction𝐓𝐫𝐨𝐰 𝐮𝐩.-𝑅𝑦𝑢𝑔𝑢𝑗𝑖 𝐾𝑒𝑛. "...𝗕𝘂𝘁 𝘄𝗵𝗲𝗻 𝘆𝗼𝘂 𝘁𝗼𝗹𝗱 𝗺𝗲 𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗵𝗼𝗹𝗲 𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗜 𝗳𝗲𝗹𝘁 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝘁𝗵𝗿𝗼𝘄𝗶𝗻𝗴 𝘂𝗽..." 𝘋𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘱𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘶𝘯 𝘵...