Sasuke
Desde que salí de casa iba tan sumido en mis pensamientos que no había notado que ya hace un rato me venían siguiendo, a veces Itachi puede ser muy sobreprotector, antes me gustaba que lo fuera, ya que siempre tenía la atención de mi hermano mayor, aunque no era solo con migo era agradable, pero ahora siento que es un poco molesto.
Recuerdo la vez que unos bastardos se atrevieron a golpear a Naruto, fue en secundaria, el llegó a casa con moretones y el labio partido, Itachi se alteró tanto al verlo en ese estado, lo último que ví fue cuando salió con algunos de los guarda espaldas y no regreso hasta el siguiente día.
Ese día baje a la cocina para desayunar y llevarle algo a Naruto a su recamara, y accidentalmente alcanze a escuchar la conversación que tuvo con Shisui, dónde le decía que ya se había encargado de los sujetos que habían lastimado a Naruto, antes era algo inocente para saber a qué se refería...pero ahora logro comprenderlo todo.
No niego que ahora sí me molesta que sea así de sobre protector, pero así es el y no lo puedo cambiar, Itachi haria lo que sea por su familia, sin importarle los riesgo que ahigan, desde que murió mi padre se tomó muy encerio el papel del hombre de la casa y hasta la fecha aún lo sigue tomando, bueno, creo que no me queda de otra más que dejar que me sigan para darle paz, después de todo...se lo que es protejer a los que quieres.
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-¿Igual te vas en taxi Saku?...Podria esperarte afuera para irnos en el mismo si gustas -Preguntaba a la chica de cabellos rosas que tenía en frente-
-No me iré en taxi Mika...lo siento, vienen a buscarme -Contesto apenada a la doctora frente a ella-
-De acuerdo, entonces nos vemos el miércoles ya que mañana es mi descanso -Menciono despidiéndose de su compañera de trabajo-
-Si querida, te vas con cuidado, descansa bien todo lo que puedas, ya vez que estuviste sin dormir por quedarte en turno de tarde ayer -Dijo sonriendo pasivamente despidiéndose igual de ella-
-Bueno Saku, nos vemos -Dijo para darse la vuelta e irse-
Al irse su compañera de trabajo, la pelirosa sigío guardando sus cosas tranquilamente sin darse cuenta de una segunda presencia detrás de ella.
-Entonces no se cumplirán mis planes ¿Eh? -Hablo una voz gruesa detrás de ella haciendo la brincar del susto-
-¡Doctor Yuri!, ¿¡Q-qué hace aquí!? -Dijo con voz temblorosa al darse la vuelta quedando algo serca de la cara del hombre que se encontraba con ella-
-Discúlpeme por favor, no era mi intención asustarla de esa forma, solo pasaba por aquí y al verla guardar sus cosas supuse que ya se iba -Dijo inocente y amablemente sonriendo a la chica- así que se me ocurrió acercar me a usted y ver si aceptaba ir a tomar algo con migo.
-N-no se preocupe -Contesto dando dos pasos hacia atrás de él ya que se encontraba muy cerca como para sentir su respiración en su rostro- pero realmente no podría aceptar su salida doctor Yuri...lo siento, pero siempre pasan a búscame -Dije gentil y cortésmente sonriéndole-
-Oh de acuerdo, que pena ¿Cierto?, de verdad me hubiera gustado invitarle un café, tal vez algún día se cumpla mi deseo -Dijo muy seguro de su mismo con esa típica sonrisa que ponen los hombres para hacer que caiga una mujer a sus pies, la verdad le sale bien, pero si cree que yo soy de esas mujeres fáciles se equivoca- entonces me retiro señorita, le deseo un buen día -Dijo tomando mi mano para besarla y después retirarse-
Después de terminar de acomodar y guardar mis cosas salí del hospital, y ahí lo ví...al otro lado de la calle aconchado a su Mustang negro, el hombre que logra hacer que toda mi frustración y cansancio se desaparezcan con solo verlo, el hombre que hace lo posible por enamorarme cada día más.