Descendencia

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Tenochtitlan estaba llena de mucha energía, pues en este día se había mencionado la llegada del dios de la providencia, de lo invisible y de la oscuridad. Hermano gemelo del señor Quetzalcóatl. Habían pasado varias estaciones lejanas de haberse encontrado con alguno de sus hermanos, sin embargo, después de la última batalla; había perdido contacto alguno. Ninguna señal, ningún mensajero, nada.

Quetzalcóatl miraba desde sus aposentos todo el movimiento de su gente, llevando de a un lado a otro tributos, telares, joyas para la llegada de su hermano. Suspiraba algo nostálgico, dentro de su pecho el nerviosismo y la emoción, le estaban jugando muy mal. Pero de alguna forma, el deseo de verlo inmediatamente estaba ganando aquella pequeña batalla interna.

- Mi señor- habló Inko quien traía una pequeña canasta con las ropas de su dios para la bienvenida.- lamento tardar.

-Esta bien, no te preocupes. Sé que estabas buscando a_________, sentí su esencia irse al río que se encuentra en las afueras. Sé que tu hijo fue tras de ella, lo cuál me tranquiliza.

-Si pero, también debe saber que tiene que prepararse como buena sacerdotisa. Aunque no desea serlo...

-Es igual que su madre- sonrió el rubio- sin embargo su poder es lo que la hace buscar la libertad. Sé que me queda poco tiempo, pero, aún debo protegerla.

-Mi señor...- sonrió levemente Inko. Tomó sus ropas y comenzó a ayudarle a prepararlo para la bienvenida. De pronto un guardia grito desde las afueras, Izuku y_______ ya habían regresado.

- ¡________!- exclamó Inko acercandosé a ella con una expresión algo molesta - ¿Qué te había dicho sobre escaparte así nada más?

-Lo siento, solo quería ir a refrescarme un poco.

-Tranquila madre no había nadie alrededor, además no tarde demasiado en estar con ella.- la mujer solo se limitó a suspirar, Quetzalcóatl solo dejó escapar una pequeña risa.  Sin duda era un colibrí en busca de fuertes vientos para vivir sus días de juventud.

-Hasta que un día me mates del susto. Por ahora es importante que se preparen para la bienvenida, ya no tardarán en llegar. En especial tu ________.

-¿Yo?

-Recuerda que te expliqué, por ser sacerdotes de nuestro señor Quetzalcóatl debemos estar presentables.- comentó Izuku.

La joven iba a reprochar en contra cuando las caracolas dieron señal de que Tezcatlipoca había llegado a la ciudad. Sin más, _________se apresuró para cambiarse de ropas y prepararse, Izuku imitó a la joven, sin embargo su madre solo miró por última vez a su dios. Toshinori miró de vuelta para ver la caravana de su hermano, era grande, muchos seguidores venían escoltándolo, pero había algo que le extrañaba.

La mayoría de los fieles no pasaban de sus veintes, se veía que eran generaciones más jóvenes a comparación de aquellos ayeres. ¿Su hermano había encontrado más energía en los más jóvenes? Ahora, su curiosidad lo estaba inundando.

Mientras tanto, antes de llegar al templo de la serpiente emplumada, aquella caravana pintada de plumas oscuras, rostros pintados en oscura ceniza era la sensación del momento. Los habitantes de Tenochtitlan miraban con sorpresa a los visitantes, ya había pasado un buen tiempo de que otras tierras vinieran a las suyas, pero, para ser específicos nunca habían tenido la oportunidad de tener en sus suelos a uno de los cuatro grandes.

Las caracolas y tambores hacían eco por todas las calles, haciendo que la piel se erizará en segundos. Quetzalcóatl con su amplia sonrisa salió de sus aposentos que se ubicaban en lo alto de su pirámide. Izuku no tardó en colocarse a un costado de él, mientras que la joven _______ solo dió unos cuantos pasos para estar detrás de ellos. Inko los observaba con detenimiento, "No debe saber sobre su poder", las palabras de su señor resonaron dentro de ella. Siempre mantuvo el papel de ser una simple sacerdotisa, pero sabía que esa mentira saldría a la luz pronto.

Estrellas del Paraíso (BHNA xTú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora