Capítulo 44

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El sol siempre se alzaba imponente sobre el cielo, y ese día no era la excepción. Gaia se encontraba junto a Loki caminando por uno de los tantos jardines del palacio, intentando mejorar. Su salud había mejorado considerablemente en el par de días que habían pasado, pero aun había algo extraño, podía sentirlo en su pecho.

La reina no había dicho nada al respecto para evitar que los problemas entre ambos hermanos continuaran, pues era demasiado incomoda la situación con ellos. Loki se dedicaba a mirar de mala manera a su hermano, mientras que el rey solo hacía una mueca triste al ver que el dios del engaño no parecía estar dispuesto a hablar con él, ni siquiera para una urgencia.

-Me gustaría que los niños estuvieran aquí- mencionó Gaia, mientras se sentaba en una banca, junto al pelinegro.

-Ya llegará el momento donde regresarán a Asgard, así que no te preocupes- respondió Loki, quien obtuvo una sonrisa de parte de la ojiazul.

-Eso espero- murmuró la reina.

Ambos miraban la tranquilidad que parecía rodear al pueblo, el cual seguía como si nada, a pesar de todos los desastres que habían llegado a suceder. Gaia suspiró pesadamente al pensar en sus hijos y en lo que podría pasar si regresaban junto a ella y los asgardianos. Al estar vagando por sus pensamientos, la ojiazul no fue consciente de la mirada triste que había en el rostro del gigante de hielo, quien se sentía impotente al no poder ayudarla a recuperar a sus hijos.

En un intento por reconfortarla, tomó la mano de Gaia, quien dio un respingo al sentir la mano del otro sobre la de ella. La ojiazul lo miró a los ojos al ser consciente de aquel tacto, pero tuvo que quitar su mano de la de él.

-Alguien puede vernos- murmuró la joven. Loki bufó molesto al escucharla, y apartó la mirada- sabes cómo son las cosas, Loki-

-Solo intento ayudarte- espetó el dios del engaño.

-Lo sé, pero si alguien nos ve estaremos en problemas- el hijo de Laufey hizo una mueca, pues sabía que tenía razón. Si algún asgardiano los miraba y asumía que estos tenían algo, el pueblo entero se alzaría contra ellos; y no era como que los rumores tardaran en recorrer el lugar.

-Además, ambos sabemos que algo así no nos llevará a nada- mencionó la joven.

-¿Realmente sientes algo por mí, siquiera?- preguntó Loki- ese día que fuiste a verme dijiste algo sobre eso-

-La verdad aun estoy confundida... pero sé que sea lo que sea, no puedo hacer nada para demostrarlo- confesó la pelinegra, mientras jugaba con sus dedos- solo causará que alguno de los dos salga realmente herido-

-Obligaré a Odín para que te quite el hechizo- espetó el dios del engaño.

-Ni siquiera lo intentes, Thor trató de convencerlo, pero es inútil-

-Mi hermano es el inútil. Yo en cambio tengo un plan-

-No tiene caso ya- murmuró la reina.

-¿Qué?-

-A pesar de que quites el hechizo, seguiré siendo la reina de Asgard, y estaré casada con Thor- mencionó- es mejor dejar las cosas como están- Loki se sintió herido al escucharla.

-No tienes los suficientes sentimientos por mí como para tomar esta decisión- el enojo en su voz era evidente.

-Aun intento saber qué es lo que siento, Loki. No me presiones a saber qué es realmente-

-¿Y qué hay del soldado?- el que mencionara a Steve solo empeoró la situación de Gaia.

-Es mejor no involucrar siquiera su nombre en esto-

Mystic: The life changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora