Capítulo 3

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Cualquier demonio te diría que el noventa por ciento del Infierno es un lugar peligroso: Sus habitantes arriesgaban la vida viviendo en él todos los días del año mientras miles terminaban muertos a diario. Sin embargo, había algunas "áreas seguras" donde los demonios podían relajarse fácilmente sin temor a ser abatidos, explotados, pisoteados o en otras maneras de terminar como un cadáver... La mayoría de estos eran donde vivían los ricos, por supuesto. Aun así, había algunos lugares a los que podía ir el ciudadano común del Inframundo, siempre que tuvieran una cantidad decente de dinero en efectivo, por supuesto.

Uno de esos lugares era Hellotopia, también conocido como el "Six Flags del Infierno". A diferencia de algunos parques como Loo Loo Land, Hellotopia si fue diseñado para ser divertido, seguro y entretenido. A pesar de ser un poco más caro, atraía a todo tipo de demonios que querían una experiencia divertida y que estaban dispuestos a gastar un poco de dinero extra... Así que no fue una sorpresa para nadie cuando Blitzø tocó el claxon otras cuatro docenas de veces mientras el tráfico continuaba impidiéndoles avanzar. Sacando la cabeza, Blitzo gritó: ― ¡Muevan YA sus putos autos, imbéciles! ¡Les juro que si no pones el trasero de tu auto en marcha, sacaré el lanzagranadas de la parte de atrás y comenzaré a usarlo con ustedes, cabezas de escroto!

― ¡Blitzø! ―Le reprendió Millie cuando lo agarró de vuelta al interior del auto. ―, ¡sé que estás enojado, pero eso no significa que debas maldecir así frente a la niña!

Blitzø se volvió hacia la parte de atrás donde Moxxie lo estaba mirando mientras este cubría los oídos de una confundida Loona. ― ¡Oh vamos! ¡Loona sabe más palabrotas que yo!

― ¿A los siete años? ―inquirió Moxxie quitando las manos de sus orejas.

― ¿Qué pasó? ―preguntó Loona inclinando la cabeza.

― Tu papá estaba diciendo algunas malas palabras. ― señaló Millie.

― ¿Cómo mierda? ―Loona preguntó inocentemente, lo que hizo que el matrimonio de diablillos mirase a Loona en estado de shock. ―. O joder, o chupapollas, o puta, o mierda, o...

― ¡Muy bien, ya entendimos! ―exclamó Moxxie. Puso los ojos en blanco y se palmeó la cara. ―. Debería haberlo sabido mejor... él la crió después de todo...

Blitzø no pudo evitar sonreír antes de darse cuenta de que los carriles se estaban moviendo de nuevo. Hundiendo el pedal a fondo, pasó por cada uno de los autos antes de poder finalmente llegar a su salida final; Su destino estaba a la vista ya que Loona se deslizó hacia la ventana y presionó su rostro contra ella con asombro. Millie y Moxxie estaban igualmente sorprendidos, ya que nunca antes habían estado en Hellotopia. Al mismo tiempo, Blitzo solo pudo sonreír al verlo. Tenía tantos buenos recuerdos que casi se sentía extraño regresar aquí.

― ¡Mira! ¡Mira! ¡Puedo verlo, papá! ¡Puedo verlo! ―gritaba Loona cuando el auto comenzó a moverse tan rápido que se volvió borroso.

―Yo también puedo verlo, Loony, pero por favor siéntate. ―contestó Blitzø ―, estaremos allí en solo unos minutos.

― ¡No puedo esperar a volver a entrar allí! ¡Me pregunto qué ha cambiado desde la última vez que fuimos allí hace un año! ― preguntó Loona con alegría.

Técnicamente, han pasado trece años... ―murmuró Blitzø para sí mismo, pero no iba a dejar que su hija supiera que técnicamente se suponía que ella tenía diecinueve.

En su segunda llamada con Stolas, se dejó en claro que Loona no debería saber la verdad debido a lo complicado que sería explicárselo y sin saber cómo reaccionaría. La otra cosa que Stolas le dijo a Blitzø fue que Loona, después de que volviera a ser su yo de diecinueve años, recordaría todo lo que sucedió. Una parte de él se preguntaba qué pensaría su hija sobre todo esto más adelante, pero tal vez era una oportunidad para demostrarle que todavía la amaba.

Regresando en el tiempo (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora