Escribir.

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En las relaciones cuando las personas hablan de escribir una historia creo que no lo dicen tan literal, creo que la mayoría de las personas no se dedica a este tipo de artesanía

La primera vez que leí a Avellaneda en un texto literario, fue con un poema que hablaba sobre la inspiración, una muy buena rima, con un ritmo reconocible, y poco (muy poco) después escribiendo un cuento me sorprendió, a mí me cuesta mucho trabajo escribir cuentos, soy mejor escribiendo poesía, Microrrelatos, anécdotas como estas, ensayos, novelas, pero no cuentos, admiro a Avellaneda, no sólo porque la amo, sino que, avanzar tanto, en tan poco tiempo, y encima de todo pronuncie después de un cumplido que le hago. 

"la poesía tiene tu nombre" 

Me permite admirarla aún más, porque lo único que logra es darme más ganas de escribir, buscar el mejor verso de todos como alguna vez lo prometí en aquella película americana, buscar una manera de lograr que sus sentidos se centren en su vientre y los reconozca como orugas, ser parte de su predicado, de su sintaxis, porque ella es parte de mi léxico y mi praxis, de mi sintaxis sin más, de mi (h)ortografía, de mí... 

Tuve su aire recorriendo mi cuerpo, mis venas y fue el mejor aire que pude respirar, tuve su textura y fue la mejor textura que pude tocar, tuve su saliva, tuve sus palabras pasando por los conductos auditivos, y me enamoraron hasta el grado de no poder pensar en nada más, sus uñas rozando mi piel a modo de caricia, su rodilla chocando con la mía, su cadera restregada en mis manos, su cabeza descansando en mi pecho o en mi brazo, tuve sus letras, lo mejor que pude haber leído en toda mi historia académica, amorosa, apostólica, catolica, religiosa en resumen, tuve a la mejor chica que me pudiera imaginar tener en todos los tiempos. 

¿Si eres de verdad? 

O ¿quieres que vaya a investigar? 

Si las estrellas me recuerdan diario, en las noches cuando se asoman, cuando me toman por sorpresa en la esquina de algún horizonte, cuando me estoy a punto de acostar en tu lado de la cama, ese que compartimos en las noches desoladas, ¿recuerdas? El izquierdo... 

-  Uno de los problemas de la escritura en algunas ocasiones es no saber si está completo, si ya está terminado, si dijiste lo que tenías que decir, así que no creo dejarlo así... tengo algunas cosas más que aún no me dejan estar satisfecho con lo anterior narrado, (eso me recuerda) siempre que decía eso de algún poema, me decías "para mí está perfecto" como si todo lo que escribiera fuera perfecto para ti... 

somos los actores principales de esta historia, creo que eso es lo que lo convierte en algo aun más mágico.

Eres maravillosa señorita Eros... 

Confesión:

Mi acompañante de la crisis es tu esencia, y Claro Benedetti.

Una nación llamada como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora