II. DESTINO | CHANBAEK

Due

Chanyeol azotó de un golpe al despertador, ayer se había dormido tarde, como era posible que las horas se fueran tan rápido.

Con frustración se levantó de la cama, empujó su cuerpo al baño, terminando sus necesidades decidió que debía visitar a su padre.

Tenía muchos pensamientos en su cabeza, uno de ellos era el más importante, la salud mental de su hermano.

Debía estar allí para el en todo momento.

Con un último suspiro, salió de su habitación encontrándose con las muchachas del aseo, hizo una pequeña reverencia hacia ellas, viendo como también lo hacían con mucho respeto.

Siguió su camino encontrándose con la gran sala, pasó de largo dirigiéndose al salón de comidas.

Se sentó en una de las sillas, viendo como le servían enseguida el desayuno, vio por el rabillo del ojo como su madre regañaba a una que otra chica del servicio por la comida.

Con exasperación se levantó.

—No deben de preocuparse por nada, no van a estar despedidas, regresen a lo que estaban haciendo antes, por favor. - Habló muy considerado.

Miró a su madre con desprecio, ella siempre lo trató como la peor cosa, su hermano también ha pasado por lo mismo, ella siempre prefirió a su hermana por ser mujer.

Negó con la cabeza al ver con ella se hacía la indiferente con el.

Camino de nuevo al comedor, encontrándose con su hermano listo, le sonrió empezando a desayunar.

Hoy sería un día largo, se imaginaba que habrian problemas.

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—Chaerin cariño, debo irme ya, debes quedarte con chaeyeon, ella te dará mucho amor mientras no estoy. - baekhyun intentaba soltarse del agarre de su hija en su pantalón.

Le partía el corazón ver a su hija así, el tampoco quería separarse de ella, pero si quería comprarle muchas cosas a su hija, debía trabajar, también era obvio que a ella no podía Descuidarla, debía también estar para ella, ella era su único aliento.

Chaeyeon, cargo a su hija y le sonrió, aparentemente su hija se quedó quieta.

—No se preocupe señor Byun, cuidare muy bien de ella. - le sonrió muy cálido, el le devolvió el gesto.

Se despidió de su hija, dándole muchos besos y diciéndole que se portaba bien, le dejo una que otra indicación a Chae para luego irse.

En el camino se encontró con una pareja y su bebé, su nostalgia llegó de repente, ojalá el y su hija hubieran tenido una familia así y no como estaba previsto, de igual forma agradecia tener a su hija solamente.

Alejo los malos ratos en su cabeza y se dirigió a su trabajo.

Llegando, saludo a uno que otro compañero, al no encontrar a lay le preguntó a una de sus compañeras por el, inmediato le respondió que lay estaba en celo por lo que no podía venir.

Cómo todos los días, empezó con su labor de limpiar y ordenar.

Era rara vez que le tocará la caja, atender o repartir, el aspiraba a tener un mejor trabajo en el futuro.

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—Señor park, como espera usted ampliar los ingresos económicos. - El vicepresidente de una de las mejores subsidiarias del país, estaba frente a el intentando intimidarlo.