La llegada de la Legión Roja trajo destrucción a la última ciudad. Miles de Guardianes tuvieron que regresar para defender su hogar una vez más, pero esta vez de un ataque directo; nadie sabía qué era ese artefacto que usaron contra el Viajero; causando así la supresión de la Luz en todos los Guardianes.
El arrebato de la Luz fue la causa de muerte de varios portadores a manos del ejército Cabal, igual que la pérdida de la Ciudad a manos de ellos. Antes las calles se veían alegres con niños jugando entre ellos, sabiendo que aquella gran muralla y los Guardianes estarían para proteger a todos los civiles: ahora solo queda edificios en llamas, con tropas Cabal por las calles.
Momentos antes de la perdida de Luz.
Mientras que la escuadra de Oscar peleaba por el espacio aéreo y el propio Guardián subiese a la nave insignia para atacarla con todo; las chicas de las luna oscura, habían llegado a la batalla aérea contra la Legión.
Paulina junto a sus chicas escoltaban naves de evacuación pero fue interrumpido por varias naves enemigas quienes no cesaban su persecución y disparos.
--Paulina. Tendré que desviarme para despistar —habló Andrea a través del comunicador—.
—Sarahí, ayúdala con su distracción —ordenó.
—Negativo. Debo hacer esto sola, los civiles necesitan la mayot protección —habló la Hechicera, cambiando su rumbo—. Suerte, nos veremos del otro lado.
Varias naves persiguieron a la Guardiana mientras que otras pocas mantenían la persecución.
Andrea sabía a dónde llevarlos, a su antiguo campo de entrenamiento: un lugar cerca de las montañas.Un disparo en un propulsor de su nave hizo perder el control y tuvo que hacer un aterrizaje forzoso. —¡Espectro, fugacidad! —ordenó.
La nave impactó contra las rocas, dejándola en pérdida total; la Guardiana logró salir antes del impacto, quedando tirada entre los escombros.
—Creo que hay mejores maneras de salir de la nave —habló su espectro—. Andrea. Levántate, detecto actividad hostil.
La Hechicera empuñó su afilada espada mientras que su cañón de mano permanecía enfundada en su pierna derecha. Varias tropas descendían para matar o capturarla, pero era inútil.
El choque de espadas presionaban más y más a la Guardiana que apenas y se esforzaba: pero cada legionario era atravesado por su espada, dejando sus cuerpos entre la tierra.
La noche invadió por completo el lugar solo con la iluminación del fuego y la Luna. Su batalla iba controlada pero algo la sorprendió.
Un shuriken atravesó tres Legionarios dejándolos heridos, y lentos. —Guardiana. Detecto otra presencia, pero es de los nuestros.
Andrea volteó y vio una silueta más entre las rocas: aquella figura pertenecía a una Cazadora, distinguida por su capa. —¿Sarahí? —intentó hablar por el comunicador pero no estaba activo. La Cazadora se acercó sin hablar y con un objetivo en concreto: la Hechicera.
Aquella desconocida caminó lentamente mientras tomaba su afilado sable de su espalda. Los Cabal no dudaron en atacar mientras la hechicera estaba despistada pero otra cosa le sorprendió.
Aquella Cazadora realizó un salto y materializó dos pilots, arrojándolos a la horda; el primer pilot congeló a todos los enemigos al impactar mientras que el segundo creó un pequeño tornado gélido que ralentizaba y trituraba los cuerpos.
—¿Qué es eso? —preguntó su espectro—. No está en nuestro registro eso, ¿cierto?
La Hechicera clavó su espada en la tierra mientras encaraba a la Cazadora. —Soy Andrea, hechicera de la Última Ciudad —tomó su casco para quitárselo—. Gracias por la ayuda —su rostro estaba sucio de polvo y algunas heridas, mientras que su cabello mantenía su liso.
La Cazadora al acercarse hizo lo mismo mientras que ambas caminaban en círculos mirándose. Andrea se sorprendió al ver el rostro de su amiga y compañera: Sarahí.
Sarahí solo guiñó el ojo seguido de arrojarle un shuriken dando inicio a un combate; el shuriken rebotó en la armadura pero estremeció su cuerpo haciéndole más lenta por un frío.
La hechicera logró bloquear un ataque del sable pero le hizo tambalear. —¿Por qué haces esto?
Andrea tuvo la oportunidad de tumbarle al tomar su pie pero era inútil por la agilidad de la Cazadora que podía reponerse en pie demasiado rápido.
—Veamos si puedo con esto —habló al colocar su mano sobre su pecho para canalizar una granada de vacío cargada mientras que en su otra mano blandía su espada a la espera del ataque.
La fuerza de la Cazadora empezaba a superar la de Andrea, pero ella aún no se rendía. Pensó tener un as bajo la manga.
Al intentar lanzar su granada cargada, la Cazadora igual lanzó la suya que creó un muro de hielo, bloqueado el daño.El combate siguió y con cada bloqueo, las armaduras de ambas estaban desgastadas, dejando algunas zonas sin protección y sin tiempo para sus espectros les curen.
—¿Podemos hacerlo mejor? —preguntó Andrea mientras dejaba su espada tirada y preparó su guardia de puños.
La Cazadora aceptó y ambas estaban parejas, a puño limpio; durante el intercambio de golpes, la hechicera tomó la ventaja debido pero ambas se notaban agotadas y furiosas.
Algunas chispas salían de los choques de puños debido a la potencia de ambas.Era la primera vez que la Hechicera peleaba con alguien de su mismo nivel y sentía su propia vida en riesgo a manos de su amiga debido a que Sarahí no parecía receptiva: era un combate decisivo puesto que este enemigo no es como los demás.
—¡Sarahí! Puedo ver todo lo que hemos sufrido pero en ti no consigo ver maldad —intentó razonarle mientras intercambiaban sus golpes—. Sé que tienes tu corazón puro y estoy más que segura que tú prefieres no luchar. Detente.
Las palabras de la hechicera solo aumentaba la fuerza de su rival que le hacía retroceder. —Contra un adversario tan duro no sé cuánto más podré aguantar, prepárate que ahora acabamos de empezar.
Un grito furioso logró despertar el potencial de la Hechicera, haciendo más fuertes sus golpes y recibiendo menos dolor. Sarahí retrocedió unos pasos para arrojar dos shuriken, estos al tocar, congeló completamente a Andrea.
La Cazadora suspiró al cesar el combate; empuñó nuevamente su sable para dar el golpe de gracia, pero aún no era la hora de Andrea.
La tranquilidad había culminado y era hora de mostrar el verdadero poder de los Guardianes, ya que forzó a usar la Super de la Hechicera; su cuerpo se descongeló instantáneamente luego de envolver su armadura en llamas y empuñando su espada solar.
El calor inmenso logró partir el sable después de un choque, ahora la diferencia era abismal dejando atrás a la Cazadora.Esto forzó a nuevamente usar sus Pilots, pero al menos la Hechicera había visto eso antes. Ambas dieron un salto y coordinaron sus ataques.
Solo que algo ocurrió en ese preciso momento: la Luz había sido suprimida.
El pilot fue destruido después chocar la espada que fue arrojada en el aire; ambas quedaron heridas de gravedae: Sarahí al recibir un impacto directo de la espada y Andrea al recibir el impacto del segundo Pilot, cayendo inconscientes al suelo después de haber perdido la Luz.Los cuerpos de ambas quedaron a la deriva rodeada de más cadáveres.
ESTÁS LEYENDO
Destiny: Guardianes.©
Science FictionAño 2550 Los humanos al llegar a Marte, lograron descubrir un ente misterioso, lo llamaron "El Viajero". Él ayudó muchísimo para avanzar tecnológicamente y prolongar la vida humana. Esa era le llamaron "La Edad de Oro". Máquinas creadas con el propó...