Te amo

Thomas

Al nacer y tener conciencia de lo que me rodeaba lo primero que vi fue la sonrisa más brillante, la de mi madre y junto con esa sonrisa se escondía más de una realidad dolorosa y cruel pero la más importante era la de mi destino, un final tan cruel, mis días estaban contados y yo moriría.  

Mi madre a pesar de mostrar esa sonrisa y jugar a mi lado mientras se veía feliz, era una mentira, esa sonrisa se desvanecía al caer la noche, cuando fingía estar dormido podía escuchar los lamentos de mi madre echándose la culpa de algo que no sabía pero al día siguiente volvía a mostrarme esa sonrisa que ilumina cada día de mi vida, me arrepiento a veces de no poder estar con ella o poder apoyarla pero ella decidió firmar su propio final, verla colgada en su cuarto fue una de las peores pesadillas que recurrían en mis sueños después de lo sucedido y cuando la vi ahí tan tranquila en una caja llena de flores me di cuenta de lo muy cobarde de mi parte que fue el no acercarme a ella. Tiempo después me acogieron unos familiares, a veces al ver a mi tía me recordaba a mi madre pero la realidad aún era cruel conmigo y es que la única mirada que recibía de mi tía solo era de desagrado.

Pasaron unos años para poder estar el menor tiempo posible en esa casa, la escuela era tranquila no era reservado pero me costaba mucho socializar con los demás pero era accesible, si se puede decir así, para hablar con los demás. Siempre que alguien tenía problemas podía ayudar, si buscaban esa ayuda en mi, pero al final todo el mundo se alejaba, hasta que conocí a la primera persona que pude llamar mejor amigo, a pesar de tener esa actitud a veces fría con él en ocasiones él siempre estaba ahí y esa fue la primera vez que mi corazón empezó latir con alguien, varia veces negué ese amor, éramos dos chicos quizás solo era simple amistad pero un momento de confusión basto para decirle lo que sentía y cuando accedió fue un sentimiento inexplicable, todos los días eran tan coloridos y gracias a él pude estar menos tiempo en la casa de mi familia

Él era el correcto, el indicado, el quien estaría ahí pero era una relación adolescente cualquiera, al ser hombres no actuábamos como las demás parejas pero a veces sus acciones era algo dolorosas pero de alguna forma lo entendía y lo aceptaba porque él me había aceptado, cuando lo hicimos por primera vez fue tan dulce conmigo, solo cuando lo hacíamos me sentía realmente amado, al cabo de unos días él empezó a alejarse de mí, se puso distante y sus mensajes siempre eran los mismo "Me encuentro ocupado", era lo único que recibía de él pero no quería molestarlo, pensaba que si el me amo a pesar de que era un chico yo podía esperarlo sin importar que pero no podía dejar de pensar y tener la oportunidad para poder verlo nuevamente 

Al final todo fue una mentira de su parte, pensaba verlo para hablar las cosas, no aguantaba más esos mensajes, también mis "Quizás..." se acababan, ya no podía justificar esta distancia que teníamos pero deseaba que me equivocara, al verlo besándose con una hermosa chica deje de ponerme excusas, estaba a punto de llorar pero era otro realidad que debía de aceptar, nadie en este mundo me amaría y al ser tan corta mi vida solo debía disfrutarla, mis días estaban contados por mi doctor y mi corazón jamás seria recibido con amor y calidez 

Las cosas cambiaron en la universidad, me aleje de mi "familia" y vivía mi vida lo mas honesta posible, aunque algo alocada cuando se trataba del amor, era muy conocido por ser un mujeriego, no solo con las mujeres si no que también con los hombres y si no fuera por el constante acoso de las personas con las que salía o con ex parejas de mis ex parejas seria una época de mi vida demasiado normal, al acabar todo, era tan vago para conseguir un trabajo de escritorio, prefería mas trabajos de medio tiempo, con los que aduras penas podía sobrevivir

Un día como cualquier otro estaba trabajando y ahí lo conocí por primera vez a Joe, un chico más joven que yo, los años no eran demasiado pero su actitud no iba acorde a su edad era tan infantil y mi primera impresión de el es que era un chico de universidad que se creía el mejor pero Joe se convirtió en mi primer admirador secreto, a veces era escalofriante el encontrarme con él repetidas veces, al igual que parecía saber todos mis horarios, llegaba a un trabajo mío en un determinado tiempo y se iba a la misma hora, a veces recibía coqueteos algo absurdos que me resultaban algo gracioso en él pero el día que lo encontré en mi entrada de mi departamento esperando fue cuando lo amenace con llamar a la policía

Ese día fue de terror pero también fue el día en que se me declaro, supongo que tenía una idea de lo que quería, así que solamente lo jale a mi departamento y lo abrace, esa noche el sexo con él no fue nada malo, al despertar y verlo aun ahí lo saque arrastras de mi casa, estaba seguro de no volver a verlo y fue así después de tres semanas él volvió aparecer igual sentado en la entrada y cuando estaba por llamar a la policía el ofreció darme de comer, lo deje entrar, ya estaba cansado de comer comida para recalentar, al probar su comida fue lo más delicioso que había probado, aun desconfiaba de él pero ver sus expresiones que hacia cuando estaba a mi lado eran tan graciosas y un poco lindas, hicimos una propuesta de vernos cada fin, yo propuse ser folla-amigos, él lo rechazo y prefirió ser solamente amigos

Los fines de semana, como lo habíamos prometido, él venía a prepararme deliciosa comida, hablábamos y veíamos películas, mi rutina ordinaria se rompió cada vez, mis ganas a que llegara el fin de semana era tan obvia, los fines de semanas ya no eran suficientes, poco a poco eran más los días en los que nos quedábamos a ver en mi casa, los días se volvían 4 veces al día hasta cumplir la semana completa, no podía evitarlo, estar con él me alegraba y cambia mi rutina diaria y con él tiempo no podía negar más lo que sentía, Joe llego a conquistarme, su deliciosa comida podía a ver sido un hechizo del amor pero no me importaba, estar con él era lo que más quería