Por el amor de los Bones

Capítulo 29 - El epílogo

El Boxing Day, Harry y Amelia fueron a Cornwall Manor para cenar con Narcissa, Severus y Draco. Harry había superado su vergüenza al verlos en la cocina, pero aún así eligió ignorar sus manos entrelazadas y sus miradas persistentes durante la cena. Amelia se rió de su malestar y le dedicó una sonrisa afectuosa. Después de la cena, Draco y Harry se encontraron solos en el salón.

"¿Cómo te sientes por tu madre y el profesor Snape?" Preguntó Harry Draco se encogió de hombros.

"Fue extraño al principio, pero él siempre ha estado cerca, así que no es tan diferente en realidad. Me alegro de que haya encontrado a alguien que la haga feliz. Sé que se ha sentido sola".

"Eres un buen hijo Draco. Sé que la cuidarás bien cuando te conviertas en Lord Black", dijo Harry. Draco lo miró sorprendido.

"Fue parte del acuerdo de compromiso con Lord Greengrass. Cuando te cases con Astoria, te pasaré el título".

"Gracias, Potter. El nombre de Malfoy se ha contaminado por mi padre, creo que podré hacerlo mucho mejor como Black."

"Eso espero, pero ten cuidado, tu madre gasta una gran cantidad de dinero", dijo Harry aligerando el ánimo.

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Tan pronto como Susan estuvo en el Expreso de Hogwarts, Harry y Amelia se aparecieron con Bora, Bora. Amelia tuvo que correr rápidamente al baño tan pronto como llegaron.

"Lo siento, Melia, traté de hacer que el viaje fuera lo más suave posible", dijo Harry mientras entraba al baño y trataba de consolarla frotando círculos relajantes en su espalda.

"Está bien. Espero que mejore en unas pocas semanas. Ese libro que me regalaste dice que la enfermedad debería comenzar a desaparecer pronto", dijo Amelia mientras se limpiaba. Hicieron un recorrido rápido por su hogar durante las siguientes dos semanas y se presentaron al elfo doméstico que lo mantenía. Amelia estaba entusiasmada con la piscina privada y el rápido acceso al océano.

"Ojalá podamos encontrar una playa bonita en algún lugar también. Preferiblemente una a la que podamos llegar sin aparecer. Sabes cuánto amo la arena", dijo Amelia en un susurro ronco mientras lo empujaba hacia las tumbonas en la terraza.

Pasaron el resto del día haciendo el amor y hablando del bebé.

"Supongo que probablemente debería empezar a armar una guardería cuando lleguemos a casa", dijo Harry mientras se acostaban juntos en una hamaca.

"Sí, supongo que deberías, ¿tengo algo que decir en las decoraciones?" preguntó Amelia con descaro.

"Oh, por supuesto, Melia, y planeaba preguntarle a Alice también, para que no se enoje", respondió Harry.

"Probablemente sea una buena idea, he disfrutado la comida desde que se enteró del bebé, odiaría volver a las gachas", bromeó Amelia. Harry se rió y se sentó para mirarla.

"¿Es todavía muy pronto para hacer un hechizo revelador para saber si es un niño o una niña?" preguntó Harry.

"Un hechizo revelador debería funcionar a estas alturas. Si no funciona, siempre podríamos intentarlo de nuevo en las próximas semanas, pero también estoy emocionado de saberlo. ¿Estás esperando un niño o una niña, amor?" preguntó Amelia.