Los últimos ochos casi nueve meses han sido duros para mi ya que no me he movido ni un segundo del hospital, he recibido varios regaños por parte de mi madre, Travis y del doctor ya que yo no puedo estar esforzándome mucho, ¿pero como pueden pedirme que me vaya a mi casa mientras James lucha por su vida?, ¿como me piden que me vaya y trate de relajarme sabiendo que en cualquier momento puedo perder a mi hijo? Y como me puedo ir sabiendo que sus vómitos han aumentado y los sangrados ahora son cada vez mas frecuentes nadie lo puede cuidar mejor que yo. Todo este tiempo aquí viéndolo marchitarse con el pasar de los días han hecho que mi alma al igual que mis esperanzas estén colgadas en un hilo. Me encontraba tan sumergida en mis pensamientos que no me había dado cuenta cuando entro el doctor seguido por una enfermera.
-Melanie, Travis-llamo Tom, el oncólogo de James, Travis y yo nos dirigimos una mirada nerviosa y llena de temor al ver el rostro serio y preocupado del doctor, algo muy dentro de mi ser sabia que algo no iba bien.- podemos hablar en mi consultorio-pidió mientras nos daba una mirada significativa. Los dos asentimos, me levante con cuidado del sofá cama y antes de salir de la mano con Travis camine hacia la camilla donde estaba Jamie
-cariño ya volvemos-dije dándole un beso en la mejilla, el asintió sin prestarme mucha atención ya que para el era mas importante su comiquita que yo.
Nos dirigimos con paso lúgubre al consultorio de Tom, mis manos sudaban como nunca y mi corazón latía desbocado por causa de mis nervios.
-Mel, Travis...-susurro un poco nervioso
-¿Qué sucede?-pregunte en un susurro apenas audible mientras que Travis entrelazaba nuestras manos en esfuerzo de darme un poco de fuerza y valor.
-Mel, Travis...-repitió de nuevo nuestros nombre pero esta vez con pesar-como ustedes saben, nosotros le hemos practicado de nuevo los exámenes y estudios correspondientes a su enfermedad-asentimos lentamente, ¡Dios por favor que no sea lo que estoy pensando!, Suplique- la leucemia de James es cada vez es mas fuerte y esta deteriorando de una forma muy rápida su sistema inmunológico-la mano de mi esposo apretó mas fuerte la mía, mientras que desde lo mas profundo de su garganta soltaba un sollozo lleno de dolor y amargura, no se como consolarlo sin que yo me derrumbe. Se que es doloroso pero es algo que ya se venia venir.
-¿Qué se puede hacer?-pregunto Trav mientras limpiaba sus lagrimas con el dorso de mi mano.
-realmente no se puede hacer nada- mis ojos se abrieron como plato esas palabras comenzaron a retumbar en mi cabeza, haciendo que algo muy dentro de mi se quebrara y doliera como si me estuvieran matando.
-¡TIENEN QUE HACER ALGO!-grite levantándome de golpe-NO PUEDEN DEJAR MORIR A MI BEBE
-Melanie cálmate- pidió el doctor, Travis se levanto y me obligo a sentar de nuevo-no podemos hacer nada-repitió-el cuerpo de el no resistiría que incrementemos el numero de quimioterapias y mucho menos que el tratamiento se ha alterado-el dolor que sentía se intensifico ¿Cómo es posible que una persona aguante tanto sufrimiento? Y no me refiero al dolor físico sino al dolor emocional ¿Cuánto podré aguantar hasta que me desmorone?
-¿Cuánto tiempo le queda?-pregunto Travis en un murmullo apenas audible, Travis a pesar de estar escondido en una mascara pacifica y tranquila se que por dentro se esta muriendo lentamente y que pronto va a explotar pero ¿Cuánto tardara? Esa es mi pregunta.
- no voy a mentirles-contesto el oncólogo levantándose de su silla mientras masajeaba el puente de su nariz como si la noticia que nos iba a dar le doliera al igual que a nosotros-es cuestión de tiempo que a James le falle algún órgano vital-solté un grito ahogado mientras ocultaba mi rostro entre mis manos.
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EL ULTIMO ADIOS
Romancecuando se es madre primeriza es un mundo nuevo, donde buscas el bienestar de tu bebé no quieres que nada le suceda. ¿Cuánto tiempo se puede estar enemistada con Dios?