El placer de viajar

Arribando

Viajo más allá.
Más allá de esta vida,
aunque el ateísmo me gobierne.
Soy presa de mi mente.

Viajo más allá.
Más allá de tinta y papel.
Un mundo distinto,
anárquico, que ataca mi poder.

Estas neuronas no son corrientes.
Viven, se alimentan por sí solas.
Tienen sus propias mentes,
y susurran a escondidas.

Me inhabilita, me hace débil.
Limitar la perspectiva.
Abandonar el deseo...
Aquél deseo de la muerte.

Un suspiro inesperado
me mantiene despierta a estas horas.
La noche se excita, lo presiento,
cuando mis ojos brotan y lloran.

"Desorden mental", le dicen.
"Sui caedere" de origen Latin.
Un crimen sin condena legal,
un escape del mundo habitual.

¿Es consecuencia de una metamorfosis?
Quizás algo más allá del karma.
No hay peor prisión que esta.
En este manicomio no existe el alma.

Viajo más allá de las tinieblas.
No lo puedo controlar.
Aseguro que no es neurosis.
Y es que... A veces me encanta viajar.