El extraño caso de Wei Ying

Paciente Wei?

Wei ying giraba entre las cobijas de esa enorme y cómoda cama que era testigo de todo lo que había pasado en la noche.
Sabía que ayer había quedado borracho, drogado y con el poder llorarle a su amor platónico y gritar su nombre.

Reviso cada parte de su cuerpo y si, estaba intacto, no había hecho nada malo, suspiro aliviado,por lo menos su castidad la mantenía. Unos momentos después y más conciente pudo reconocer que se encontraba en el departamento de Wen Ning.

Comenzó a vestirse mientras intentaba recordar que hizo o dijo ayer. No era la persona de caer rendido por el alcohol. Pero ayer se dió un viaje con la medicina y el trago de Wodka.

Bajaba las escaleras cuando se sentó de sopetón porque un ataque de tos lo atacó.
El aire comenzó a faltarle,por lo cual comenzó al luchar en búsqueda de aire.

A-ning estaba en la cocina cuando corrió a él, salto todo a su paso para ayudarle a su amigo que se encontraba pálido, le preocupaba lo que estaba sucediendo,pero su preocupación creció cuando la mano del su amigo alejo su mano de su boca para ver rastros de sangre.

Lo ayudo a levantarse y ir al doctor, Wen Qing era doctora pero cuando llegaron, les informaron que ella no estaba, por lo  que ahorita le otorgarian otro doctor.

El tiempo se hacía eterno Wen qing ya había informado que venía, mientras hablaban con ella una enfermera los paso a una consulta.
Wen Ning se quedó afuera esperándolo. Tenía ganas de entrar pero su amigo lo detuvo, solo porque no quería preocuparlo más

Wei wuxian se levantó y siguió a la mujer a una consultorio.
Aquel cuarto olía a sándalo, solo se estremeció a recordar algo. Nego con sus fuerzas y guardo su postura a escuchar que abrieron su puerta.
Lo vio, era perfecto como la última vez que lo vio en la graduación, cuando ambos habían terminado.

Su mente gritaba que le dijera.
-Hola amor- pero nego y solo prefirió que está fuera una consulta normal.

-Buenas tardes, doctor lan-
Respondió con la sonrisa particular de el y sus manos comenzaron a sudar demasiado, era tantas ganas de besarlo pero ahora no, no, no, dejaría que sus impulsos fueran los ganadores.

-Hola, Wei Ying. Me comentaban que estaba arrojando muchas flemas. ¿Hace cuánto esputa?

Que clase de pregunta era esa, su cerebro busco las respuesta más decente que encontró.
-Bueno, yo vine a una consulta médica y no para que me preguntarán sobre mi pasado-

Ahora sí ya se quería morir, acaso eso era la respuesta más decente que encontró.

-Wei Ying, me refiero a arrancar flemas y arrojarlas por la boca-

-ª- debía reconocer que amo su respuesta pero ahora se moría de la vergüenza.

Haré una corrección q mi historia así que iniciemos de nuevo