Eduardo.

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Había ido al lugar donde me arrebataron el corazón .Sentí como mi alma se retorcía de dolor y mi cuerpo se estremecía de rencor.

Estaba perdida porque en aquel momento yo solo deseaba encontrar paz interna. ¿Que pudo haber pasado para venir acá otra vez?

Llegue a una conclusión: el lugar que me causa dolor es el único que me puede dar paz.

Eduardo solía pasar por el zaguán y yo siempre iba tras de él. Me gustaba ver sus ojos, su cabello… su fino cabello. Me hablo...

- Hola, ¿Me estas siguiendo?

- No, por supuesto que no .Solo pasaba por aquí (voz temblorosa).

- Pues es muy extraño .No es la primera vez que te veo por acá.

- Debe haber sido imaginación tuya .Mi casa está por allá (señalando a un punto vacío).

- (sonriendo)... Eres muy graciosa.

- No le encuentro la gracia.

- Mañana, ¿Nos vemos?

- Supongo que sí. Estudiamos juntos después de todo.

- (sonriendo) Hasta luego.

- (sonriendo - gesto de despedida)

Al siguiente día no fue.

Eduardo ¿Dónde estás? Eduardo me siento sola... Eduardo ¿por qué me dejas? .... Eduardo, ¿por qué?

Gracias a dios solo fue una pesadilla.

- Oye, ¿por qué no viniste ayer?

- A mi madre le dio una fuerte gripe y tuve que quedarme a cuidarla. Perdón por no haber venido a la escuela.

- No te preocupes. No era tu obligación.

- Elisa.

- Dime.

- Necesito hablar contigo después de las clases.

- Está bien.

Tenía fama de ser "pendejo”. Todos me decían que no me metiera con él pero era el único que podía hacerme sentir de esta manera.

- Me gustas.

El cielo se abrió y las nubes comenzaron tornarse de colores. De mi empezaron a brotar Flores y mi mente se trasladó a un lugar fuera de este mundo.

- Creo que te has equivocado de persona.

- No, Elisa. Me gustas.

- (sonrojada)

- t-tu ta-también ... m-me... g-gustas.

- Eres tan graciosa.

Eduardo ¿por qué te fuiste sin decir nada? Yo te amaba...

Estos sueños me están matando lentamente.

- Perdón por la tardanza.

- No te preocupes.

- cuanto me demore

- dos horas nomas.

- ohhhh rayos lo siento.

Sus manos eran tan cálidas y tan llenas de seguridad.

- Heyyyy! Suéltame.

- ¿Por qué? ¿Qué hay de malo?

- No me gusta que me cojan la mano.

- Está bien.

Le demostraba mi cariño de una manera muy peculiar: No hacía mucho ; pero para mí era dar todo lo que podía.

Me enamore de él, más él no de mí.

- Te quiero.

- ¿Eh?

- Te quiero.

- ¿Eres consciente de lo que dices?

- Probamente no, pero es algo que necesito decirte porque lo siento en este momento.

- ¿Cómo puedo saber que así será siempre?

- Por esto (la besa).

Sus labios eran infinitos,  sus caricias llenaban el vacío de mi corazón y su amor... ese amor que me daba lo sentía tan puro y sincero que no me daba paso para reclamarle algo.

¿Por qué paso esto?.. ¿Qué fue lo que no hice bien? ¿No fui suficiente para ti? ... Mírame... ¿Por qué me dejaste?

- Mamá ¡Se me hace tarde! Es mi primer día en la universidad y estoy muy ansiosa.

- Ya hija , ya voy.

Ya hacía 6 años que mi padre nos había dejado pero en mi madre aun había quedado señal de dolor en su rostro.

(Recuerdo de Elisa)

- Papi, me gustan mucho las estrellas .Cuando sea grande quiero tocarlas.

- Toquémoslas juntos.

- Te quiero, papi.

Falleció cuando tenía 10 años, nunca supimos de qué.

- Mamá!!! Rapidoooo!

- Ya hija.

Era mi primer día en la universidad .Estaba feliz porque por fin podía hacer realidad mi sueño y más que todo era, porque Eduardo estaba conmigo.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2015 ⏰

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