Día 45

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El americano miraba fijamente al menor mientras lo acorralada contra la cocina. Ambos igual de serio esperando a que alguno se rindiera.

USA- Bésame. - Exigió acercándose más al rostro del ruso.

Rus- Ya te dije que no. - Habló com el mismo tono sin siquiera inmutarse por la cercanía. - Hazte a un lado que estoy cocinando. - Lo empujó ligeramente logrando liberarse.

USA- ¡Pero lo prometiste! - Grito pisando el suelo con furia y un puchero se formaba en sus labios, comenzando así el berrinche.

Rus- Yo no recuerdo eso. - Se acercó al horno mientras se colocaba unos guantes de cocina que, como dato curioso, tenían un estampado de el mismo oso en diferentes poses. Kazajistán se los compro asegurando que el oso era muy parecido a él. - Yo dije que cuando regresará te daría un beso igual que el que te di, y eso ya lo cumplí.

USA- Pero antier dijiste que me besaría todas las veces que yo quisiera.

Rus- Te dije que al siguiente día te daría los besos que quisieras y ese día fue ayer. - Sacó la tarta de cereza que le había pedido el americano.

USA- ¡No es justo! - Se de lo caer en la silla empezando a patalear. - ¡Quiero que me beses!

Rus- No. - Dejó la tarta en la mesa esperando que se enfriara.

USA- Tramposo. - Se cruzó de brazos bufando molesto.

Rus- Hey, te acabo de hornear tu tarta, eso debe compensar por lo menos un beso.

USA- Entonces ya no quiero, tirala.

Rus- No voy a tirar la comida. - El americano había dicho aquello como una broma pero Rusia no la tomo como una y sólo lo vio igual de serio que en las primeras semanas.

USA- Ok, sólo decía. - Suspiro rendido, en verdad quería volver a probar el sabor a manzana de seis labios. - No se por que te pones así con la comida.

Rus- Fruncio más el ceño por la actitud tan desinteresada del mayor, pero al mismo tiempo se le ocurría una nueva manera de ayudarlo. - ¿En verdad quieres saber?

USA- Obvio que si, desde que llegaste has tenido esa actitud. - Miro la sonrisa del ruso adivinado que tenía u a nueva idea para hacerle sufrir a cambio de besos. - ¿Ahora que?

Rus- Se que la dependencia que tienes hacia mi está mal. - Eso hizo sobresaltar al mayor, no creyó que sacaria el tema de golpe. - Pero ahora lo único que me preocupa es tu problema del peso así que no me importaría quedarme junto a ti hasta que estés completamente bien, ya después haremos algo con la dependencia.

USA- Rus, eres tan lindo. - Sonrió enternecido por la determinación del ruso y al ver como se sonrojaba por el cumplido. Pero ¿Quién no pensaría que Rusia era tan dulce al escuchar esas palabras. - Pero sigo sin entender que es lo que quieres.

Rus- Para ayudarte por completo necesitas estar bien psicológicamente, así que tendrás que contarme como inicio tu problema y por que, y también como te sientes ahora, a cambio de eso yo te contaré lo que quieras de mi y los besos que quieras. - Habló seguro de si mismo por la idea pensando que era un buen plan.

USA- Pero...- Ese pero, como odiaba los peros. - Yo estoy bien. - Otra vez esa sonrisa, tan falsa que dolía de sólo verla. Dolía al pensar el esfuerzo que el mayor hacia. - Te puedo contar lo primero, pero a parte de eso no hay nada, estoy perfectamente bien.

Rus- USA, por favor...

El timbre de la casa lo interrumpió y el americano no dudo en ir a abrir la puerta para escapar. Rusia sólo se quedó en el silencio pensando en una manera se convencer al mayor para hablar de su problema más abiertamente. Necesitaban hacerlo, tenía miedo de que ocurriera una recaída y no saber como reaccionar. Reaccionó al escuchar los pasos que venían de regreso, pero no sólo los de USA, así que corrió a esconderse.

USA- Será mejor que sea rápido.

Can- Te prometo que no tardaremos mucho ¿Verdad? - Se dirigió a su padre que sólo miraba a la mesa.

UK- Uhm, si. - Recibió un pequeño codazo para sacarlo por completo del trance. - USA, yo...los dulces...

USA- Rodo los ojos con molestia en ver que su padre parecía tener uno de sus pequeños ataques. - Papá, respira.

UK- Yo no me refería a tu físico cuando te dije que me preocupaba el ver que comenzabas a comer más azúcar. - Se veía muy afectado, tal vez por las palabras que el americano de lentes le dijo la última vez que se vieron, o tal vez por el rechazo que ahora sentía por parte de este. - No puedo olvidar que la última vez que comenzaste a comer grandes cantidades de azúcar fue por estrés y ansiedad. - Ahora si estaba sorprendido, su padre parecía realmente preocupado, hasta podría creérselo. - No quiero que te de otro ataque de ansiedad.

USA- Tal vez estar mal de la cabeza es en lo único en que nos parecemos. - Un pequeño golpe disfrazado de broma en la que nadie se rio, ni el mismo. Suspiro cansado, no quería contestarle mal a ambos pero tampoco quería que siguieran en su casa. - Estoy bien, sólo e tenido antojos de dulces.

Can- ¿Seguro? - Pregunto preocupado esperando que el menor no mintiera.

USA- Completamente. - Sonrió esperando que el canadiense le creyera, cosa que funcionó.

UK- Bien, entonces ya nos vamos. - Tomo a él bicolor para llevárselo antes de que siguiera platicando con su hermano. - Disfruta tu tarta de cereza.

USA- Lo haré, al fin y al cabo la tarta de cereza es lo único bueno que tuve de niño. - Otro pequeño golpe antes de ver a su padre y su hermano desaparecer. Suspiro cansado dejando su cuerpo descansar en la silla, se tallo el rostro quitándose los lentes en el proceso. - Rusia, ya puedes salir.

Rus- Lo haría pero me quedé atorado. - Se escuchó pero no supo de donde provenía la voz.

USA- ¿Dónde estás? - Sus ánimos comenzaban a subir con sólo escuchar su voz.

Rus- Aquí. - Se escuchó un golpe en un cajón de la alacena, el más grande, que al mismo tiempo era uno de los que estaban más alto. Las puertas se abrieron dejando ver al ruso entre algunas latas. - Gracias. - Dijo apenado comenzando a bajar lentamente.

USA- No preguntaré como llegaste ahí, ni como entraste, pero enserio estoy sorprendido por eso.

Rus- ¿Qué te puedo decir? Soy el rey del escondite.

USA- Si lo recuerdo, tu padre y yo dudamos horas buscándole a ti y RDA.

Rus- Soltó una carcajada por sus antiguas travesuras. Aunque también le dolió escuchar ese nombre. - Mi papá me odiaba por eso.

USA- Si me imagino. - Río junto con el ruso, una risa fue se fue apagando de apoco. - Rus ¿Podemos dejar la tarta para mañana?

Rus- ¿Te...te sientes bien? - Quiso evitar el tema de la conversación que acababa de escuchar, parecía un tema delicado para el americano, pero enserio parecía afectado.

USA- Si, estoy b...- Se quedó callado, mirando los expresivos ojos del menor que sólo demostraban preocupación, verdadera preocupación. Algo que muy pocas personas le habían demostrado. - Yo...- Un pequeño sollozo se escuchó, seguido de unos gimoteos que eran reprimidos sin éxito. - No estoy bien.


































Muy buenas pinches noches.

Jsjsjsjs es que lo que puse en el capítulo anterior me recordó al diente de oro y me digo a mi misma "si soy"

Dije actualización por día aquí estamos. Tarde pero seguro.

Saben, sólo una persona entendió que UK estaba preocupado. Es que esta loquito y no sabe como manejarlo.

Bien ¿de que quieren que estos dos hablen? Obviamente que no afecte las otros historias,

Un claro y obvio ejemplo de que no se puede es sobre RDA.

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora