hola chic@s, bueno este es mi primer fanfic y no se todavía mucho de esto. bueno aquí os dejo una historia que tengo creada de hace tiempo, pero que estaba abandonada, ahora la he cambiado un poco y os la dejo aquí para que la leais y me deis vuestra opinión y así saber si seguir subiendo capítulos o no. os pido la leais y ya pues voteís y dejeís comentarios de si debería seguir o no, también acepto sugerencias, toda ayuda es buena, asi que nada un beso y gracias
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Capítulo 1:
Hola, me llamo Paula y tengo 16 años, vivo en Madrid y os quiero contar una cosa que me pasó tan solo hace unos meses.
Yo voy al instituto Cervantes de Madrid y hace unos cuatro meses aproximadamente llegó a clase un nuevo compañero. Me acuerdo de aquel día como si hubiera sido ayer mismo.
Yo estaba con mi amiga Alicia cuando de repente vino uno de nuestros compañeros a decirnos que había oído a nuestro tutor hablando con otro profesor diciendo que hoy llegaba un nuevo compañero a clase pero que no era de Madrid. Alicia y yo nos habíamos quedado un poco como pensando quien podría ser ese misterioso compañero y por qué nadie sabía nada.
-¿Quién crees que podrá ser el nuevo?- pregunté con un tono un poco ansioso.
-Pues a decir verdad no tengo ni idea, a lo mejor es algún conde que viene a estudiar lejos de su país- dijo ella bromeando al ver mi curiosidad.
-Por dios no digas tonterías, lo más probable es que sea un chico normal que tan sólo se ha mudado aquí- dije intentando quitarle importancia cuando en realidad me moría de ganas por saberlo.
Alicia es la típica chica súper popular y guapísima que a simple vista parece una estrecha y una antipática pero que cuando la conoces resulta ser de lo más graciosa y simpática. Nos conocemos desde hace años y nos queremos con locura a pesar de nuestras muchas diferencias. Ella, como ya os he dicho es muy popular y yo simplemente soy una chica “del montón”.
-Pero Paula y si…- justo en ese momento tocó el timbre y Alicia se tuvo que quedar a mitad porque llegó el profesor del siguiente turno de clase.
Yo seguía muy ansiosa por saber quién podría ser el nuevo y seguía intentando retener mi curiosidad por saberlo aunque en vano.
Me dije a mí misma que tenía que esperar, que no servía de nada ilusionarme puesto que no iba a ser más que un chico cómo cualquier otro.
Al acabar la quinta hora de clase el alumno nuevo no había llegado y hasta llegué a pensar que no había sido más que una broma pesada.
De repente llegó nuestro tutor con un chico increíblemente guapo. Era un chico alto, con unos ojos marrones preciosos, un pelo un tanto corto, como el común, pero que él llevaba de una manera especialmente atractiva. Tenía un pendiente a ambos lados de las orejas pero lo que más me gusto de él fue su increíble sonrisa cautivadora.
-Hola chicos, este es vuestro nuevo compañero de clase, se llama Zayn y va a estar aquí temporalmente, espero que le podáis enseñar las instalaciones y que no tenga ninguna queja de vosotros- dijo nuestro profesor.
Yo pensé que si en mi mano estuviera no le faltaría de nada y, como si hubiera estado predestinado, nuestro tutor me mandó a mí enseñarle todo un poco porque decía que yo lo haría bastante bien. –Por una vez me va a servir de algo ser la favorita del profesor- pensé yo pícaramente.
El pobre Zayn se tuvo que sentar durante toda la siguiente hora en una de las mesas que quedaban libres (al final y solo), pero habíamos quedado, bueno, nuestro profesor había quedado por nosotros, en que al acabar las clases le enseñaría todo.
