Más fuerte que yo

Prólogo

Me gustas...

Simples palabras pero con un enorme significado, palabras que juraría estar lista para decírselas a él, mi primer amor, mi crush desde niña, Alex. Pero allí estaba, parada frente a él sin decir una palabra debido al gran nudo que tenía en la garganta. Sentía que mis piernas temblaban un poco, mis manos sudorosas y un gran salto en el estómago. ¿Cómo no estar nerviosa? Estaba frente al chico que me había gustado desde casi toda mi vida y además era extremadamente guapo, ojos azules, sonrisa perfecta, piel blanca y pelo negro azabache que me encantaba acariciar. Me gusta todo de él, incluso cuando se muerde el interior de la comisura de sus labios cuando está nervioso.

Me acerqué un poco a él para entrelazar mis manos en su cuello y entonces... sucedió
—me gustas— Logré decir en un tono algo bajo.

La verdad no sabía si me había oído
silencio...
No podía soportarlo más, así que hablé

—¿No vas a decir nada?— Sentí mi pecho estrujarse al él tomar mis muñecas entre sus manos y quitárselas de su cuello
—Lo siento Karol, me tengo que ir.

Viendo su gran espalda alejarse cada vez más de mí, juro que algo en mi interior se quebró. Poco a poco mi vista se volvió borrosa y miles de lágrimas rodaron sobre mis mejillas. Poco tiempo después sentí mi móvil vibrar en el bolsillo trasero de mi pantalón. Mi corazón se aceleró al ver que era un mensaje de Alex

De: Alex
"Lo siento, creo que confundiste las cosas, yo no siento lo mismo, es mejor dejar todo ahí y olvidarlo"

No respondí, no podía.

Pasaron tres semanas y Alex me evitaba por completo. El echo de que me dejara de hablar y me tratara mal cuando hablábamos me dolía pero lo que me destrozaba era recordar sus palabras "creo que confundiste las cosas, yo no siento lo mismo" . Me miré en el espejo de mi habitación y limpiando mis lágrimas prometí nunca más darle el poder de lastimarme de esta manera a nadie más.