Tengo muchísimas cosas para contarte pero seguramente no me creas. Todo empezó el día que pensé por primera vez.
Primero supe que era, después supe que estaba, Y todavía quiero saber quién soy
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A las 0700 partieron rumbo al fin del mundo: Ushuaya. La Patagonia con sus glaciares, ríos, lagos y bosques era fascinante para todos. De hecho la mayoría de los pilotos tampoco conocían la región. Excepto claramente Tyan, oriundo de San Carlos De Bariloche.
-Aquella al borde del lago es mi casa- Señaló por VHF pasando realmente cerca.
-¿Escucharon? ¡Tyan invita el asado!- Márquez Gómez a su camarada de armas. Ningún piloto pudo evitar reírse.
-¿Asado?- al unísono Julio, Martín y Jeremías. Otra palabra sumada al listado de términos cuya connotación no entendían.
-Es una costumbre muy argentina de carácter ceremonial que consiste en reunir círculos cercanos de personas para la ingesta de ganado vacuno preparado de una forma específica- Explicó Tyán intentando ser lo más conciso y sintético posible.
-¿La investidura ceremonial tiene que ver con un calendario programado o con acontecimientos independientes de su fecha de transcurso?- Continuó Jeremías indagando para recrear una imagen internalizada y más exacta de esa conducta desconocida. pero antes de que puedan contestarle fue blanco de un electromagnético, débil e intangible misil acertivo.
-Jeremías. ¿Vendría conmigo un minuto?- Rafael se le situó a la par y se despegaron un poco del grupo- Eso que dije anoche de que parecían otros civiles. Me retracto-
-¿Por qué?- Retrucó el sorprendido turboélice de escuchar tal declaración así de la misma nada, sin venir a cuento, sin antecedentes o desencadenantes aparentes evidentes. Los pilotos no entendían nada, ignorantes de haberse perdido una plática crucial.
-Todo militar es civil hasta que por sus posibilidades deja de serlo. Literalmente avasallé las familias de nuestros pilotos y por sus cualidades Usted no es ningún civil- El analítico y serio reactor así de elocuente y simple. quizás hasta inexpresivo
-Gracias por la honestidad- Y con una pausa continuó- mi clase es la menos artillada. Tampoco es que te... se haya equivocado tanto. Es un deber diario suplantar con astucia la falta de armamento. Por lo menos yo tomaré el consejo de la formalidad, si Usted al menos trata de no decirle "Dedíquese a otra cosa" a un aspirante que aterriza con un rebote en su primer intento de vuelo nocturno-
-La excelencia es una prioridad. No sé si...-
-Tendrá, tendremos. Nosotros. Todos. Que dar el ejemplo entonces. No vamos a tener autoridad para hablar de excelencia sin corregir nuestras fallas- Los pilotos se miraron a través de las cúpulas vidriadas y, sin interrumpir, se sonrieron e hicieron el gesto universal de "Todo bien" por el avance gigantesco de sus peculiares camaradas.
