Cena romántica

1.6K 199 19
                                    

Advertencia: Lemon


--------------------------------------------

Lo que odiaba Saiki no era la situación, ni el porqué. Lo que no soportaba era sentirse tan nervioso y fuera de lugar, debería tener el control, solo era una cita para cenar y solo tenia que esperar a su pareja ¿no?

Iba a comenzar a usar sus poderes para ubicarlo cuando este apareció, no vestía nada muy en particular que no fuera del típico japonés, cosa que entusiasmó como siempre al psíquico, quien no podía dejar de sonreír cuando le invito a sentarse y pidió un poco de comida típica para que comieran ambos.

Perdón por llegar algo tarde Kusuo-kun, mi hermano menor quería saber a donde iba. Me dio un poco de pena decirle que iba a una cita con mi novio, solo le dije que me quedaría con un amigo.

No tienes que preocuparte por nada. Estoy feliz de que estés aquí

Tomó su mano para acariciarla suavemente mirándolo con infinito amor, incluso la excusa que le había dado a su hermano era tan común. Todo lo que hacia su Satou simplemente le encantaba.

Mientras comían Hiroshi tenia las mejillas muy coloradas puesto que Saiki no dejaba de mirarlo como si fuese el ser más fascinante sobre la tierra. Y para Saiki realmente lo era.

―Um, Kusuo-kun. Es un poco incomodo que me mires tanto ¿O hay algo malo en mi rostro?

Perdón, es que simplemente me encantas.

Se ruborizó más haciendo que Saiki se entusiasme más con Satou. Leyendo sus pensamientos Saiki decidió que su pareja seria su segundo postre.

Terminaron de comer, tanto la comida como el postre (Obviamente gelatina de café) para salir del lugar.

― ¿Sabes? A la próxima comeremos en mi casa o en la tuya, no me gusta mucho ser observado.

A mi tampoco, pero quería servirte algo elegante.

―Ah, eres increíble Kusuo-kun, siempre siento que soy muy poca cosa para ti. ―Se rasco la mejilla, apenado.

¡NUNCA! JAMAS DIGAS ESO, TU ERES UNICO PARA MI

― ¿Seguro? Pero soy un chico tan promedio, no tengo nada en especial.

El psíquico ahogo un suspiro, era eso lo que le encantaba sobre todo en él.

Estoy mas que seguro.

Se colocó un brazalete que su hermano le fabrico para anular sus poderes (Aunque con un coste que obviamente alto que tuvo que pagar), tomo del brazo a Satou y lo beso enérgicamente en un callejón oscuro.

No haría este tipo de cosas con nadie, nadie me estimularía a querer estar así. Excepto tú.

Hiroshi parpadeo con las mejillas sonrosadas y se tapó la boca para no hacer un sonido, al sentir como sus entrepiernas se rozaban por encima de la ropa.

―K-k-kuus...nos pueden ver. ―Sin embargo, se estaba dejando llevar por los besos y el roce. ―Hagamos esto, en otro lugar...

El chico promedio no supo ni como terminaron más pronto que tarde en un lugar para ambos, todo pasó tan rápido. No sabía Saiki se había quitado el dispositivo y adelanto el tiempo para encontrar un love hotel que fuera limpio y agradable para ambos sin tener que perder mucho tiempo hablando con la gente que atendía el lugar.

Pronto ambos estaban casi desnudos y besándose apasionadamente mientras Kusuo penetraba completamente a su novio, que previamente estimulado lograba que el pene de su pareja se alojara bastante bien en ese lugar.

El pene de Satou que era de tamaño promedio también era atendido por las manos de Saiki, mientras su propio pene expandía las paredes anales de su novio, quien disfrutaba con algo de morbo, después de todo, no se suponía que debería ser gay según sus estándares morales, pero Saiki le hacia sentir tan bien en cada embestida, tan lleno y le ponía en modo tan sumiso que sentía que estaba haciendo algo prohibido y extrañamente le gustaba, mejor dicho, le encantaba.

Su manera de corresponder a su amado era simplemente buscar con sus caderas el miembro que lo poseía.

No era la primera vez que lo hacían, de a poco habían estado practicando, aunque no lo suficiente porque las primeras veces Saiki temía destrozar el cuerpo de su novio, sin embargo, ahora que sus poderes estaban neutralizados de momento, este empezó a hacer unos envites más intensos, buscando el punto sensible interno de su amado en cada arremetida.

Los gemidos, los ruidos de la habitación, las miradas apasionadas de cada uno solo lograban excitarlos cada vez más.

En cierto punto cuando la próstata de Satou fue tocada este no pudo evitar eyacular con un fuerte sonido imposible de contener, haciendo que apretase su interior y eso provocase que Saiki se viniera también con bastante liquido dentro de este.

Ambos respiraban agitados y Saiki se quedo dentro hasta que se salió naturalmente. Satou se sintió un poco extraño al no sentir esa calida pieza de carne dentro de este, pero estaba muy satisfecho.

―Kusuo-kun ... ¿Puedo dormir un poco?

Por supuesto.

Acaricio su cabello suavemente. Era tan normal, pero a la vez tan único para él. Jamás podría amar a otro chico. 

Semana SatoSAIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora