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Rubius y Mangel salieron de la casa para encontrarse con los Alfas los cuales se dedicaban miradas sombrías.

-Eso ha sido todo- dijo Rubius para después caminar hacia Vegetta y tomarle de la mano- Gracias Lolito.

-No hay de que- añadió tratando de no sonar borde con el Omega porque su niña se enfadaba con él.

-Nos vemos Mahe- se despidió Rubius sonriendo.

-Nos vemos Rubiuh- añadió el otro Omega también sonriendo.

Entonces los destinados comenzaron a caminar hasta alejarse lo suficiente del pueblo.

-¿Ha salido todo bien?- preguntó Vegetta.

-Si, Mangel ha accedido a ayudarnos sin problemas- respondió Rubius.

La pareja caminó hasta la isla flotante en la que vivían para seguir trazando su plan solo que ahora tenían un nuevo aliado.

(...)

A la mañana siguiente Rubius se despertó y no encontró a Vegetta a su lado como habitualmente por lo que supuso que había salido a matar monstruos esa noche y aún no había vuelto.

Bajó las escaleras en dirección a la cocina para prepararse su desayuno como habitualmente pero se sorprendió al encontrar a su pareja cocinando como en los viejos tiempos.

-¿V-Vegetta?- preguntó al verle, notablemente sorprendido.

-Si vamos a traer de vuelta la antigua Karmaland tengo que acostumbrarme a estas cosas de nuevo- dijo Vegetta con una sonrisa mientras cocinaba.

Rubius se le acercó y le abrazó por la espalda mientras sonreía con nostalgia.

-¿Puedes ponerle un poco de mayonesa a eso?- cuestionó Rubius inocentemente señalando las tortitas.

Vegetta lo procesó un momento para después recordar el detalle que casi se le olvidaba.

-Casi se me olvida que estás embarazado.

Ambos rieron y después Vegetta modificó la parte de la comida de el Omega para saciar sus antojos.

(...)

Habían acordado verse con Mangel en la casa del Alfa con la excusa de que iba a pescar con Rubius por lo que a los pocos minutos de acordarlo el Omega ya se encontraba en la puerta de la isla flotante.

-Pasa Mahe- dijo Rubius permitiéndole el paso.

-¿A quien vamos a convencer ahora?- cuestionó Mangel al estar ya los tres reunidos.

-Yo diría que a Alexby- respondió Vegetta.

-Ya he dicho que no- respondió Rubius.

-Rubiuh tienes que volver a ser su amigo, no podéis estar peleados toda la vida.

-No lo digo por mi, lo digo porque él se negará a hablar conmigo- añadió Rubius- hay que tener a Fargan de nuestro lado para convencer a Alexby.

-¡Eso ni hablar!- exclamó Mangel- No me pienso ni acercar a él.

-Mangel te enfadaste con Fargan porque le dio una bolsa de patatas a Lolito- dijo Vegetta.

-Pero estaban envenenadas, trató de matar a mi niña- se quejó el Omega.

-Solo estaban caducadas y no trató de matarlo porque son amigos- añadió Rubius.

-Entonces convencemos a Lolito, sin el Fargan ni nos escuchará- sugirió Mangel.

-Lolito no me odia pero no creo que me haga caso a mí- aclaró Vegetta.

-Dejadmelo a mi- dijo Mangel- lo convenceré cuando vuelva a casa.

-Está bien lo dejamos en tus manos- añadió Rubius- mañana traelo aquí si lo has conseguido convencer y seguiremos con el plan.

-Vale- dijo el Omega para después salir corriendo de la isla flotante en dirección a la casa de su Alfa.

•RECUPERAR• ×Rubegetta×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora