Les tomó casi dos años admitir lo que sentían el uno por el otro. Dos años donde no podían estar solos sin sentirse raros pero al mismo tiempo en paz. Dos años donde Remus Lupin y Sirius Black dudaron si era buena idea o no decir que se habían enamorado del otro.
Pero no fue hasta su último año donde, ambos se armaron de valor y se dijeron la verdad, decidieron tener algo más formal aunque lo mantenían en secreto, pues no sabían cómo reaccionarían sus amigos, pero claro que a ellos no podían esconderlo algo como eso y terminaron por decirles la verdad. James Potter grito de la emoción y abrazo a ambos, pues tenía sus sospechas y estaba más que feliz que sus amigos fueran felices juntos. Por otro lado, a Peter Pettigrew le costó un poco más aceptarlo, pero al final no hubo problemas.
Todos en el colegio fueron enterándose y a los pocos días, todos lo sabían: las mujeres más que sorprendidas estaban algo decepcionadas «vaya desperdicio» eran sus palabras pues para ellas, tanto Sirius como Remus eran de los alumnos más atractivos de Hogwarts y ahora que sabían sobre su relación perdieron las esperanzas de estar con alguno de ellos.
Al terminar sus estudios, Sirius convenció a Remus de que se mudara con él a su apartamento para pasar más tiempo juntos, pero esa idea pasó a segundo plano cuando decidieron unirse a la Orden del Fénix y más aún cuando Dumbledore mandó a Remus como infiltrado con los Hombres Lobos, aquella idea no le gustaba para nada al pelinegro.
— deja de preocuparte tanto, Canuto, estaré bien— dijo Remus viendo al hombre que estaba sentado en el sillón, la luna llena estaba cada vez más cercas por lo que tenía que irse pronto.
— no me pidas que me calme, Lunático, por que no lo voy a hacer— Sirius tenia los brazos cruzados y sus ojos grises sobre él— te hubieras negado.
— si algo bueno puedo sacar de mi condición, lo haré— suspiro y se sentó a su lado— sabes que se defenderme bien, nada me pasara— lo tomo del rostro con ambas manos en sus mejillas, sus ojos color marrón observaban los grises de su novio— así que, mientras no esté aquí, por favor, no hagas ninguna estupidez ¿si?
Sirius tenia cierta debilidad por esos ojos. Soltó un pequeño gruñido pero asintió— lo intentare— se inclino para besar sus labios— pero mientras, tendrás que cumplir con otra misión— susurro cercas de su oído con voz ronca.
Remus sintió como se le erizaban los bellos de la nuca y un calor se extendió por todo su cuerpo al escuchar su voz— bien, señor Black, estoy más que complacido de cumplir esa misión— volvieron a besarse de una manera apasionada.
Los días pasaban, Remus se había ido hace dos días y Sirius estaba en el norte de Inglaterra junto a James esperando algo de acción. Así eran todos los días, solo esperar.
(...)
1980 había llegado y con ello la llegada de un nuevo miembro a la familia, el pequeño Harry James Potter trago alegría, Sirius estaba encantado de que lo nombrarán su padrino, pero la vida le encantaba burlarse de ellos, y se los hizo saber cuando Albus Dumbledore llegó con una noticia para nada alegre: una profecía que, posiblemente, señalaba a Harry como el único que podía detener a Lord Voldemort, esa noticia sólo alertó a los merodeadores a tomar medidas para proteger al recién llegado. Después de pensarlo y platicarlo por mucho tiempo, decidieron nombrar a Sirius como guardián secreto, aunque este después convenció a James de nombrar a Peter, así si lo atrapaban a él, ellos no correrían riesgo.
Los meses pasaba y, en navidad les llegó una sorpresa agridulce a Remus y Sirius.
En la puerta del apartamento del pelinegro había una canasta, sobre esta había una carta y nadie estaba cercas. Ambos hombres compartieron una mirada de desconcierto, con las varitas en mano se acercaron y alzaron la manta para encontrarse con una bebé que dormía plácidamente: tenía una mata de cabello negro, piel pálida y rostro regordete.

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𝙋𝙖𝙙𝙧𝙚𝙨 𝙋𝙤𝙧 𝘼𝙘𝙘𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩𝙚 (𝘞𝘰𝘭𝘧𝘴𝘵𝘢𝘳) 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘳𝘵
FanfictionAceptaron su amor y decidieron estar juntos sin importar lo que los demás digan, todo estaba tan bien como se podía hasta que, aquella noche, todo cambió. Regulus Black tuvo una hija, pero por nada del mundo la dejaría al cuidado de sus padres, así...