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Había estado bien, pero, en este momento, me encontraba en una recaída.

Empecé a salir con una chica, era verdaderamente hermosa, pero... no era para mí.

He querido llenar el vacío que ella dejó.

Es como un desgarro al alma, sin embargo,  no hay a quien amar, entonces agarré lo que pude, lo que encontré. Obvio que me fue mal pero no importa si eso duele, ella me duele más.

Sé que no va a volver pero una parte de mi aún la espera, aún quiere creer que ella siente algo de amor por mí, me gustaría recibir aunque sea un mensaje, una llamada, me gustaría verla y decirle que aún no cierro la puerta, todavía tiene tiempo de llegar, jamás me rehusaría a un beso suyo, jamás le diría que no puede volver, yo quiero que ella vuelva, la quiero conmigo, la quiero acá.

Día 276

Ya no...

Ya no la quiero conmigo.

Gran parte de eso que pedía a gritos que ella volviera, que la necesitaba ya no está. Porque esa parte nacía de la idea de “Sin ella no puedo vivir” pero puedo, puedo porque pude.

Me dejó tirado, me dejó en el barro, me pasó por encima, me destrozó ¿Y yo? Yo me di el lugar y el espacio para llorarla, me di el lugar para hacer mi duelo, deje que me doliera, me autodestruí en muchas ocasiones, estuve en guerra conmigo mismo ¿Cómo gano una guerra conmigo mismo? No lo sé pero lo hice. ¡Maldita sea yo lo hice! ¡YO!

Puedo porque pude.

Día 298

¿Cuánto puede dañarte una ruptura amorosa?

Ya no quiero flores ni chocolates, no quiero citas, ya no siento nervios, no quiero un amor eterno ni uno de película, sé que eso no existe.

Quiero algo efímero y espontaneo quiero ver como alguien se muere de placer por mi y quiero desvivirme de lujuria por alguien, quiero disfrutar del sexo sin amor porque no quiero enamorarme ni darle otra vez una parte de mi a alguien.

¿Qué tanto puede dañarte?

Dañarte, herirte, humillarte, destrozarte.

Me lastimó, pero más me lastimé a mí mismo, más me herí, más me humillé y más me descuidé.

Quiero conocer esa persona que hoy veo en el espejo sin saber quién es, hago cosas que antes no hacía pero el antes no existe, el futuro no está asegurado y solo tengo un presente para vivir y un alma que quiere volar a pesar de los pesares, a pesar de los dolores, a pesar de los errores.

Éramos un cuento de amor, mi favorito podría decir, pero éramos, éramos poemas, éramos canciones, éramos momentos, éramos amor, sin embargo todo se queda en un éramos, en un pasado que ya no existe, en un poema que se perdió, en una canción que no volverá a sonar y en un amor que se rompió.

Hoy somos dos extraños, con recuerdos en común y un pasado compartido, pero con un presente en soledad.

Día 341

Normalmente el foco está en las personas depresivas pero... ¿Los amigos? ¿La familia? Ellos ven como la persona se va hundiendo en si misma, como va perdiendo su esencia y como, aunque, tienen una sonrisa están muriendo por dentro.

Ahora tenia un problema mas grave... adicción.

Quería acallar mis pensamientos, esos intrusivos, que aparecen y me hieren, esos que me hacen recordarla y navegar entre mis lagrimas las noches en vela, quiero ya no amarla y enterrar este dolor aunque me esté enterrando a mi.

Comencé aumentando la dosis, de media pastilla pasé a una entera, pero no era suficiente. De repente eran dos y luego tres, asi todos los días. Estaba tan dopado que ni siquiera podía caminar, no podía mi propio cuerpo.

No quería estar despierto y se convirtió en una necesidad, todo mi ser lo pedía a gritos, sentía que sin eso iba a morirme y de cierta forma prefería eso, prefería morir a vivir sufriendo por esto.

Dicen que nadie ha muerto de amor pero es que no es por amor, es por decepcion, por dolor, por el sufrimiento, porque tenia a esa persona en un pilar y cuando se fue, derrumbó el universo que sostenía y te quedaste con el amor en las manos.

Amé tanto a esa persona que dejé de amarme a mi, dejé que fuera mi todo, que fuera mi vida, mi mundo y mi ser, puse alma y corazón en ella ¿Qué hago si perdí todo? No tenia nada, ni siquiera tenia un suelo donde poder comenzar de nuevo. Me encontraba en el mismísimo vacio.

Me dolía ver a Paris con Liam, me recordaba lo que tenia y lo que perdí, además Liam se había puesto tan idiota con ella que ya era insoportable. Pero tenía una idea del amor que no era apta para ninguna relación, detestaba a la gente en pareja porque, en resumidas palabras, me parecían imbéciles.

Y asi empecé a odiar  a todos y a todo, porqué me odiaba a mi mismo, me culpaba, todo el tiempo me culpaba y prefería no sentir culpa, ni odio, ni amor, ni dolor, ni nada.

Me gustaría no depender de los medicamentos, me gustaría tener mi vida de nuevo, me gustaría tantas cosas imposibles... me gustaría volver a vivir, volver a tener sonrisas sinceras, me gustaría ser yo, pero yo me perdí.








N/A:
HOLIII ¿Que opinan de este segundo capítulo?
La verdad es que estos capítulos son demasiado personales pero me gusta compartirlos con ustedes y también es una forma de expresar todos esos sentimientos guardados.

InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora