1823
Era una noche tranquila, el viento era fresco y hacía bailar las hojas de los árboles al ritmo de una melodía entonada por grillos habitantes del jardín de una pequeña cabaña algo alejada del pueblo. La vista era pacífica y agradable y aumentaba si le agregabas el estrellado cielo y la luna llena en su totalidad deslumbrando todo a su alcance.
Una vista que transmitía emociones totalmente diferentes a aquellas que sentían quienes estaban en dicho lugar. Dos jóvenes llenos de decepción, tristeza, frustración e ira, cayéndo en la agonía, muy decididos a hacer lo que fueron a hacer. Quizá darle fin a su sufrimiento, quizá darle un inicio a su felicidad.
MinHo
Comenzando a abrir mis ojos, revisé a mi alrededor reconociéndo de inmediato donde estaba. Es nuestro lugar. Esta cabaña que nos acogió en nuestros mejores momentos, éste lugar donde por primera vez nos entregamos de todas las formas posibles, lugar que guarda todos nuestros secretos, secretos que nunca debieron salir de aquí.
Una diminuta sonrisa se formó en mi rostro al mirar a mi lado y encontrarlo a él, con sus labios entre abiertos soltando pequeños sonidos de vez en cuando, su cabello revuelto con algunos mechones sobre su frente, sus ojos cerrados y sus largas pestañas que reposaban sobre sus mejillas regordetas y rosadas. Amaba mirarlo así, tan tranquilo, como si todo estuviese bien.
Como desearía que así fuera, como amaría mantener esa paz en tu rostro y deshacerme de todo tu sufrimiento.
Inevitablemente lágrimas se deslizaron por mis mejillas y mis sollozos no se hicieron esperar. ¿Por qué debía estar pasando ésto? ¿Qué hicimos mal? ¿Por qué de todas las personas de éste mundo debías ser tú quien me haga sentir de ésta manera? ¿Por qué siquiera puedo arrepentirme de algo?
—¿M-MinHo?— Su voz me hizo regresar mi vista a él, obteniedo una imagen totalmente diferente, sus ojos brillantes derramando lágrimas y reflejando esa tristeza que nos abruma haciéndome sentir tan culpable, no mereces estar así, no deberías estar así.
—Lo lamento tanto, Sung— Lloré sintiendo como sus brazos me rodeaban al instante y como mi cuello se humedecía por sus lágrimas, ambos sollozando estuvimos así un rato sabiendo lo que vendría después. —No debes hacer ésto, podrías decir que te obligué, podrían perdonarte, podrían dejarte vivir, solo basta con que yo me vaya y así tú podr—
—MinHo, para mi no hay vida sin ti—
—Ji...—
—MinHo, te amo y si éste es el precio que debo pagar por amarte lo haré sin ningún arrepentimiento.— Y eso fue suficiente, si igual vamos a morir ¿por qué no hacerlo entre nuestros brazos? intenté secar mis lágrimas, un acto inútil ya que éstas seguían derramándose por mi rostro, asentí y me levanté tomando algunas prendas que se encontraban tiradas en la habitación vistiéndome, acto que Jisung imitó, una vez listos le extendí mi mano que tomó sin dudarlo siquiera.
—También te amo, JiSung... Tanto que prefiero pasar solo unos segundos a tu lado que toda una vida sin que estés conmigo— Una sonrisa iluminó su rostro de una forma que jamás ví antes, era una sonrisa triste, pero genuína, representación perfecta de nuestro amor, un amor genuíno, hermoso, incomprensible y doloroso.— Y-ya, ya es hora, nos encontrarán en cualquier momento—
JiSung
Salimos al jardín aún con nuestras manos enlazadas, el viento impactando con nuestros rostros una vez estuvimos completamente fuera, el cielo estrellado junto con el resplandor de la luna siendo lo que nos guió al centro donde pequeños tulipanes empezaban a florecer, desvié mi vista a MinHo quien ya se encontraba mirándome y nuestros ojos se posaron sobre el cuchillo que sostenía en mi mano.
—¿Sabes qué significan los tulipanes, Sung? — Habló y miré su rostro notando cómo él tenía su vista en las flores a nuestros pies, sin poder decir algo negué, esperando a que continuara —Una vez leí... Que en el idioma de las flores, los tulipanes significan ''te prometo un amor sincero y eterno''—En ese momento nuestros ojos se encontraron y continuaron derramando tantas lágrimas como lo han estado haciendo desde ese momento.
~
—¿¡Sodomía!?— Escuché el grito de mi padre segundos después de que fue a abrir la puerta principal de nuestra casa, en ese momento supe que todo había terminado. Cuando comencé a oír el escándalo que se formaba, los gritos de mamá y como si mucha gente entrara a mi casa, huí. Salí y comencé a correr hacia el único lugar donde sabía que estaría a salvo, a menos por unas horas, sé que me encontrarán, nos encontrarán y nos harán sufrir por amar. Por mi mente pasaba el mismo pensamiento y la desesperación empezó a correr por todo mi sistema.
MinHo, ¿estás bien?
Entré a la cabaña muy agitado y sentí como dos brazos me rodeaban de inmediato, sin pensarlo mucho y sabiendo quien era correspondí ya hundido en el mar de emociones en el que me encontraba.
—N-nos han descubierto, Sung.—
~
—JiSung, amor— Minho se inclinó tomando una de éstas flores y entregándomela, sacándome de ese horrible recuerdo de hace a penas unas cuantas horas — Te prometo un amor sincero y eterno, mi alma y corazón te pertecen y prometo que será así durante toda la eternidad, mi alma seguirá luchando hasta encontrarse con la tuya, hasta que podamos estar juntos, no importa cuanto tiempo pase— Tomó el cuchillo de mi mano comenzó a realizar un corte profundo en mi muñeca, una mueca de dolor formó mi rostro, pero el dolor en mi muñeca no era comparable al dolor que sentía mi corazón, de inmediato MinHo empezó a cortar la suya sin despegar sus ojos de los míos —Prometo, debajo de ésta luna tan llena como yo lo estoy de amor por ti, fuera de nuestra cabaña, única testigo de nuestro amor y sobre estos tulipanes que sellan mi promesa que te amaré eternamente, Han JiSung—
Nos sentamos lentamente sobre las flores, abrazándonos y mirando al cielo, mientras la sangre seguía corriendo por nuestras manos.
—MinHo... Yo te prometo un amor eterno, un alma que luchará por encontrarse con la tuya y así vivir toda la felicidad que éste mundo nos ha negado, prometo seguirte y aceptarte y luchar a tu lado contra todo aquel que quiera interponerse en nuestro amor. Un amor que brillará tanto como ésta luna en un mundo donde podamos ser felices, donde no debamos escondernos, donde no se nos considere escoria por amar.— Nos miramos a los ojos y escuchamos como en la lejanía las personas del pueblo empezaban a acercarse, pero eso no pudo importarnos menos en ese momento, nuestra promesa estaba hecha. MinHo se inclinó hacia mí y justo antes de besarme dijo
—Prefiero el brillo de tus ojos, Sungie, ésta luna no se compara al brillo y la paz que transmite tu mirada, espero volver a verlos brillar de esa forma en nuestra próxima vida— Así sin más me besó, sintiendo como luego de un rato me entregaba su último aliento y yo le regalaba el mío.
Mis ojos solo brillarán cuando te vea, Min, tú eres la causa de mi brillo.
Seremos felices en otra vida ¿verdad, Sung?
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New History
FanfictionEn otra dimensión, en un mundo paralelo, en otra vida, seguiré enamorado de ti... Cuando te conocí, me dió miedo mirarte, cuando te miré, me dió miedo quererte, y ahora que te quiero, me da miedo perderte. Hoy contaremos una vieja leyenda, la hist...