Una sonrisa aparecía inconscientemente en mis labios, nunca había estado tan relajado, me sentía en paz cuando Taehyung se encontraba a mi lado, era una persona en la que podía confiar y se me hacía bonito experimentar una emoción así.
-Taehyung...Taehyung...Taehyung...-Repetí el nombre tres veces mientras que movía mi cabeza a los lados.
-Dime —Respondió él. —Aunque puedes llamarme solo Tae o hyung...
-Nada, yo solo quiero pronunciar tu nombre -Seguí moviendo mi cabeza lentamente hacia los lados como si una melodía pasaba por mi cabeza.
Su mano volvió a rozar la mía, ahora con más confianza, mientras que yo seguía moviendo la cabeza. Al cabo de unos minutos, él volvió a juntar ambas manos haciendo que nuestros dedos quedarán entrelazados de nuevos y yo mostrará una sonrisa. Apartando mis pensamientos, ahora solo podía notar nuestras manos.
-Hace un bonito día...-Dijo suavemente.
Su voz relajada se mezclaba con la sutileza del viento, ambas hacían una buena combinación. Ambas me mantenían en calma.
Deseo escuchar la voz de Tae cada día de mi vida, poder sentirlo, poder acariciar su mano como lo hago ahora. Él había sido la única persona que hasta ahora, se ha mantenido a mi lado.
-Gracias...-Pronuncié flojo.
-Gracias a ti, Jungkook...-Respondió él, dejando que esa última palabra la terminara las ramas de los árboles al hacer ruido.
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Ambos estábamos caminando por aquellos caminos de tierra y hierba de aquel parque, pasaban las horas y ahora se podían escuchar a los niños chillando de alegría y riendo. Eso me traía vagamente recuerdos de mi infancia cuando mi abuela me llevaba a los columpios con los demás niños, aunque ninguno se acercaba a mí y mi abuela les gritaba. Al final, ella se montaba en aquellos cacharros junto a mí.
En un momento paré, Taehyung también se había parado a mi lado. Yo me agaché y deshice el velcro de mis zapatos, me los quité y puse con delicadeza mis pies en la hierba. Este tacto me encantaba, me hacía cosquillas en las plantas de los pies. No podía parar de reír y sonreír.
-¿Te divierte eso? -Preguntó Taehyung mientras que también caminaba hacia mi lado.
-Hacia tiempo que no realizaba esto. -Comenté. -¿No quieres tú también?
-Yo... —Paró a pensar si sería buena idea— ¡Está bien! -Escuché que se desató sus zapatos y vino a mi lado.
Yo reí a carcajadas cuando noté sus manos sobre mis manos. Sí, estaba nervioso, pero era bonito estarlo en este preciso instante.
