El infierno de Lilith| 2 | Completa

XVIII

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No comprobaron el estado de Lilith antes de irse, por un segundo todos se olvidaron de ella, incluso Race, quien realmente había salido minutos antes de recibir la última señal para buscar desesperadamente medicina o alguien que pudiera ayudarlos. Su constante impulsividad casi arruinó todo, pero gracias a Azael no ocurrió. Él no fue capaz de mentirle, ¿engañarle? ¿Ocultar algunas cosas? Había sido tan sincero con ella como pudo.

Fue sincero frente a esa extraña que por alguna razón despertaba su instinto de protección.

Race era especial al igual de Zoe y Azael, era necesario, no podían permitirle quedarse con Lilith porque sin él, sin su rapidez, su perspicacia en los momentos donde las cosas se descontrolaban y su fuerza vital, podían morir. Después de todo, él no había nacido con aquella cualidad como los dos primeros excelentes experimentos de la Dra. Rose (después de todo los errores, al final, sí fueron excelentes); ni tampoco había sido el primer paciente que tenía un despertar relativamente "aprobado" como fue en el caso de la gemela uno luego de múltiples intentos, donde gracias a la adrenalina, drogas estimulantes, y el prototipo de la inyección INVH 2 pudo sobrevivir. De todos sus trabajos, Race era bastante fascinante, Rose había quedado cegada con los primeros dos, obsesionada, pero los demás médicos se dieron cuenta que el paciente R7 también tenía lo suyo, podía asegurar un brillante futuro, y que solo cuando reunieran a todos, podían lograr resultados óptimos con los pacientes 3 y 83D (Sook e Ethan), y cualquier otro paciente que tuvieran por delante. Acabarían con enfermedades, reestablecerían personas con trastornos de personalidad a la sociedad sin ningún tipo de peligro, entre las cientos de logros que obtendrían en el futuro. Tendrían aún más poder y dinero, y aunque seguirían siendo protegidos, podrían libremente trabajar sin que la ley los detuviera.

La seguridad que había estado evitando que los pacientes fuesen nuevamente capturados, habían obtenido una oportunidad que duraba una hora, el caso que tenían en sus manos se encontraba congelado hacía años debido a la falta de pruebas, pero gracias a un agente, nuevas hipótesis surgieron, delitos de lesa humanidad, lavado de billones, armas biológicas, corrupción política de más de tres países. ¿Cómo un Centro de salud que había estado a la vista pública podía esconder incontables secretos y atrocidades? ¿ Cómo no lo habían notado antes? No había rastro, la ubicación apenas era conocida por unos pocos. Gracias a los pequeños escándalos, escaso personal para evitar resaltar y el ojo de la AIS (Agencia de Inteligencia y Seguridad) generó un temblor en las bases, provocando un congelamiento instantáneo. Sabían que no harían ningún tipo de movimiento, en realidad, nadie podría hasta que el otro lo hiciera. Sin embargo, la AIS luego de creer que había identificado la ubicación de todo los empleados que sostenían el Centro, decidieron dar un paso, enviando a esos experimentos por pruebas, el problema radicaba en que si estos no encontraban nada, comenzarían desde cero pero sin aquel comodín. Era como tener un arma sin carga, apuntando al asesino. ¿Por qué una hora? Al creer que habían encontrado la ubicación de todos, decidieron hackear cualquier tipo de punto de conexión de comunicación tanto en la casa donde se habían escapado los pacientes, como en el Centro. ¿Serviría de algo si no sabían exactamente contra quiénes se enfrentaban?

El camino duró casi una eternidad de tiempo que no poseían, pero al recibir la señal, el camino de Azael y Race tuvo que cambiar al instante, y a través del intercomunicador (el cual era la primera vez que utilizaban), pudieron hablar con las muchachas que incluso antes de escuchar sus voces, salieron corriendo de la casa. Ese había sido el plan desde el inicio, estar siempre juntos (Lilith no había sido parte de ello), de esa forma si no podían salvarse, preferían quitarse la vida.