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La luz del sol se colaba por la pequeña rendija, sentía como su cintura era rodeada, los vellos de su nuca moverse debido a la respiración de su acompañante, había extrañado despertar así, y tan solo había pasado una noche separado de él, pero no podían culparlo, Jeon le brindaba un sentimiento de plenitud y protección al que quería aferrarse para siempre.

Despacio movió el cuerpo contrario y salió de la cama, tomo su celular y vio las quince llamadas perdidas de su novio, un sentimiento de incomodidad ataco su pecho, pero decidió que no era momento para eso. Se encamino a la cocina y comenzó a preparar el desayuno, tenía que trabajar alrededor de las tres de la tarde por lo que aún tenía algo de tiempo.

El ruido de la televisión le hacía compañía, por lo que no pudo escuchar los pasos acercándose — desperté solo, eres cruel cariño — Jimin dio media vuelta y vio a JungKook tallándose los ojos, vestido únicamente con su bóxer, y joder, esa vista la quería toda la vida — huele deliciosos ¿Qué cocinas?

— Buenos días, cariño — sonrió y regreso a su labor — panqueques, tocino y prepare algo de café.

— ¿Necesitas ayuda?

—No bebé, puedes ir a darte una ducha en lo que yo termino — no hubo respuesta, pero pronto fue abrazado por la espalda y un beso fue depositado en su mejilla.

— Buenos días, pequeño mochi.

La rutina volvió a su vida, la universidad lo mantenía bastante ocupado, por las tardes asistía a su trabajo, TaeMin iba a buscarlo cuando su turno terminaba y algunos fines de semana salían, y cuando podía se escapaba con Jeon

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La rutina volvió a su vida, la universidad lo mantenía bastante ocupado, por las tardes asistía a su trabajo, TaeMin iba a buscarlo cuando su turno terminaba y algunos fines de semana salían, y cuando podía se escapaba con Jeon.

Su hogar poco a poco fue llenándose de objetos de su destinado, empezó con un simple olvido de una prenda de ropa, actualmente en su baño había dos cepillos dentales, perfumes y demás artículos de higiene, en su armario ropa tallas más grandes, su cama olía a él.

El tiempo transcurría y pronto se hallaban en febrero —ángel, no hagas planes para san Valentín, será el primero que pasaremos juntos.

— TaeMin, ese día trabajo, las propinas son buenas — cuando vio el rostro desilusionado de su novio se sintió mal — hagamos esto, cuando mi turno termine podemos cenar en tu departamento ¿te parece?

— No es lo que tenía planeado, pero está bien, entiendo, y — rasco su nuca con nerviosismo — quizá te puedas quedar a pasar la noche conmigo.

Jimin se tensó, cada vez era más insistente con aquel tema, y se le estaban acabando las excusas, pero no podía, no quería — Tae, por favor, no toquemos ese tema.

— Esperare todo el tiempo que quieras, ángel, nunca te obligaría a nada.

— Gracias Tae.

Jimin sabía que debía terminar con esa relación, pero tenía miedo, porque pese a que JungKook le juraba que era el único para él, que lo traía loco, nunca habían hablado de sus sentimientos y mucho menos había dicho nada acerca de la marca que compartían. Era un maldito, lo sabía, por jugar con los sentimientos de su novio y por ocultar aquella inminente verdad.

In The Name Of Love 『KookMin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora