73. El mundo no se detiene.

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Cinco años después...

Ding, ding, ding - ding, ding, ding, ding – ding, ding, ding, ding.

El sonido del despertador hizo que Namjoon frunciera el ceño y se aferrara más al cuerpo que tenía en sus brazos, sintiendo de inmediato una protuberante pancita. Abrió los ojos de golpe y aflojó un poco su abrazo para no lastimar al cachorrito que se hallaba allí dentro.

Aún de medio lado, puso una mano bajo su cabeza, mientras que con la otra acariciaba el vientre de su lindo y perfecto omega. El rostro durmiente de Hobi era tan hermoso, adornado de ese peinado mañanero que lo hacía ver como un niño pequeño tan inocente y puro que llenaba su corazón de calidez.

Nam sonrió al escuchar el suave ronroneo que soltó el omega cuando besó su mejilla. -Es tan maravilloso despertar de esta manera- Susurró al oído de su pareja. -, junto a las dos personas que más amo en el mundo. Es tan irreal- Un par de lágrimas rodaron por su rostro cuando volvió a darle un pequeño beso. -Es tan malditamente irreal que me desgarra el corazón, pero no importa porque sólo de esta forma puedo volver a verte.

Ding, ding, ding, ding - ding, ding, ding, ding – ding, ding, ding, ding.

El sonido de su insistente alarma lo hizo despertar, apretó los ojos fuertemente rogando a la luna que al abrirlos la imagen que vio hace unos minutos fuera real. Pero no, cuando por fin tuvo el valor de separar sus parpados se encontró de nuevo solo, en una cama grande y vacía 

Otra vez había vuelto a soñar con Hobi y con el hijo que alguna vez desearon tener. Un sueño reconfortante y al mismo tiempo devastador porque, por un lado, le permitía ver una vez más el bello rostro de su omega, y por el otro, le recordaba lo mucho que lo extrañaba y lo infinitamente infeliz que era desde que su chico había muerto.

En su cabeza rondaba una y otra vez la horrible escena de su omega cayendo al abismo mientras intentaba zafarse de Sodu. Esa noche todo fue caos, Namjoon intentó lanzarse tras su omega, pero Don Wook lo detuvo. Los días siguientes comenzaron a buscar su cuerpo, cosa que no tuvo éxito porque la topografía del lugar no permitía que nadie se adentrara en él. Fue así como irónicamente Hoseok resultó teniendo el mismo final que su padre Seo Joon.

En fin, está línea de recuerdos bombardeaban diariamente la cabeza del alfa, así que, sin poder contenerse comenzó a llorar apretando la almohada, que alguna vez fue de Hobi, contra su cara para amortiguar un poco el sonido de su llanto, cuando por fin pudo calmarse se dirigió al baño para ducharse con agua completamente helada, buscando que aquel brusco cambio de temperatura lo hiciera olvidar momentáneamente toda esa tristeza que albergaba en su corazón.

Esta era la rutina mañanera que Namjoon había adoptado hace años. Después de eso tenía que poner todo de sí para que su semblante denotara la figura de alguien fuerte, respetable y temido, pues eso era lo que todos esperaban ver en el líder de la manada Lunar y eso era lo que les mostraría sin importar que por dentro solo había un alfa miserable, débil y malditamente infeliz.

¿Qué por qué seguía con vida si lo que quería era estar muerto? Ni el mismo lo entendía bien. Varias veces intentó quitarse la vida siendo detenido por su lobo ¡Su lobo! Ese mismo lobo que años atrás casi se muere de pena moral cuando su omega se fue por casi un año. Absurdo ¿Verdad?

Al principio quiso creer que su lobo actuaba así porque creía que su pareja destinada estaba viva, pero no era el caso. Si Hobi estuviera vivo, Nam lo sentiría por medio del lazo. Además, después de cinco años era difícil seguir teniendo esperanzas.

Varias veces quiso cuestionarle a su lobo el por qué de su actuar, pero este nunca le respondía, de hecho, ya ni siquiera lo sentía, excepto claro, cuando intentaba atentar con su propia vida.

SUPERLUNA (NamSeok/VKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora