marco era un chico muy mañoso del colegio, ya que a escondidas el tomaba fotos de sus compañeras en ropa interior o a veces desnudas, pero cuando se enamoro y le destrozaron su corazón, se fue por un largo tiempo, cambiando dejar de ser un mañoso y...
Marco se dejó llevar por esta ocasión, otras veces lo hubiese rechazo, pero tenía que cumplir con lo que dijo, como todo un hombre, de alguna manera el aún conserva la justicia y el deber en su mente, entrando junto con la verdadera identidad de la maestra a la que espiaba en el baño, mientras que tomaba foto, esperando que llegase a pasar un milagro, para tocar ese cuerpo tan ardiente, eso había cambiado.
Marco: e-esto, ¿estas segura?
Chisato hasegawa: muy segura, mi primera vez es para mi héroe.
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Ella abriendo una botella de cerveza, ella tomo un poco, dándoselo a marco, que no quiso tomar, pues se sentía mal, el olor le dañaba la nariz, sentándose en el suelo de brazos cruzados, pensando las cosas, de veras va a cumplir esa palabra, con la que cualquiera de sus compañeros desearía estar en el lugar del castaño, sonrojado, verla con ese bikini oscuro es una lencería sexy, su cuerpo formada, la perfección se puede decir con claridad.
Dejándose llevar, entre ambos tomando un poco, ella dejo su ropa en el suelo, marco se sacó la ropa, sonrojado, se metió a la ducha, sentándose mirando a otro lado.
Chisato hasegawa: ¿también es tu primera vez?
Marco: b-bueno es que no todos los hombres somos pervertidos.
Su maestra sonrió ante eso, le parecía completamente lindo, acercándose a la regadera, girándolo, abriendo el agua tibia, cayéndole en la cabeza a marco, usando sus suaves manos le comienza a sobar la cabeza con el champú.
Chisato hasegawa: primero te voy a lavarte la cabeza –le susurro a un lado de su oreja-
Siguiendo, sonriendo pícaramente, se apoya en la espalda del héroe, que sintió esos suaves, pudo sentir como su cara ardía, y no es por el agua, sintió esos senos celestiales.
Aun sonriendo, pues sabe cómo provocarlo, enjuagándole la cabeza, colocando jabón en sus delanteras, abrazándolo, mientras lo soba con esas para seguir provocándolo.
Marco: -ps: abajo fifí-
Tratando de aguantarlo, respirando para seguir con esa mentalidad, ese entrenamiento que su maestro le enseño, para no ser más un mañoso, ese lado aún se encontraba en el rincón de su mente, aun con los ojos cerrados, en ese momento los abre en grande, pues ella le está sobando su espada de carne, para reanimarlo de ese dura traición.
Deslizando su mano arriba y abajo.
Chisato hasegawa: estas como una roca.
Marco: no digas algo así¡
Chisato hasegawa: bueno es mi turno, lávame –levantándose, quedando delante de marco-
Marco: O/////O
Su profesora se pone champú en la cabeza, señalándose con una sonrisa en su rostro.
