Solo un doloroso recuerdo

Un doloroso recuerdo

Sett se encontraba de pie en la azotea de su complejo de apartamentos, conocía muy bien ese lugar, había ido ahí incontables veces con su esposo Aphelios, a veces a hablar, otras a admirar las estrellas por la noche, pero... ¿Que hacía ahí? No recordaba haber subido, además el nunca iba solo, siempre iba acompañado de su esposo.

Sett no puedo continuar pensando cuando una sombra paso junto a él, al alzar la mirada pudo ver a una persona que conocía bien, pero algo no estaba bien... los ojos de Aphelios estaban apagados, parecían unos cuencos sin alma, además que iba caminando de forma lenta y casi robótica al final de la azotea. El pelirrojo empezó a entrar en pánico, pero por alguna razón no podía moverse, intentó llamar a su amado, pero su voz tampoco salía, lo único que pudo ver Sett fue como Aphelios pasaba al otro lado de la barda de seguridad y se lanzaba al vació de la noche.

------------------------------------------------------

Sett abrió los ojos de golpe, un sudor frío recorría todo su cuerpo, su corazón latía con fuerza y tenía una sensación de nauseas y mareo, tardo unos segundos en ubicar donde estaba, después de darse cuenta suspiró aliviado, estaba en su habitación acostado en su cama, se quedó mirando al techo unos segundos relajándose, su mente le jugaba una mala broma otra vez, se giró para encontrar a la persona que mas amaba en este mundo, sonrió enternecido al ver el rostro tan pacifico de Aphelios, quitó unos mechones de cabello que cubrían el rostro de este y beso la mejilla del pelinegro.

El pelirrojo se levanto de la cama con sumo cuidado de no hacer ruido alguno y tratar de hacer la menor cantidad de movimiento posible para no molestar a Aphelios, salió de la cama y arropo mas a Phel para después ir al baño y empezar su rutina diaria, mientras tomaba una ducha trataba de disipar todos los recuerdos de su sueño o mejor dicho pesadilla, esa pesadilla era recurrente para él, aun recordaba lívidamente ese día, pero... la diferencia entre la realidad y su pesadilla es que el si había logrado detener a Aphelios a último momento para después envolverlo en un fuerte abrazo y decirle lo mucho que lo amaba.

Suspiró con una leve sonrisa, al menos ese horrible recuerdo ahora era una cálida alegría, pues Aphelios seguía junto a él, termino de ducharse para regresar a la habitación y encontrar al pelinegro aun dormido, eso no le sorprendió, su esposo siempre fue alguien que pasaba gran parte de la noche despierto y gran parte del día dormido, sin hacer ruido alguno salió del lugar y se dirigió a su estudio de arte, mientras pasaba por los pasillos del apartamento se podían ver varios cuadros que tenían enmarcadas varias fotos de el y Aphelios, desde una donde parecían estar sentados en un parque hasta otra que pertenecía al día de su boda, en esta Sett cargaba a Aphelios como si fuera una princesa, ambos tenían una sonrisa radiante y ojos que demostraban amor sincero pero al pasar por cierta parte de la casa esta no estaba adornada por ningún cuadro, solo quedaban las sombras de estos y parecía que el pelirrojo no notara ese detalle.

Sett llegó a su estudio soltando un largo suspiró de alegría.

-Otro día más de trabajo -Dijo sentándose en un banquillo junto a un lienzo vacío.

El pelirrojo no lo pensó dos veces antes de sacar varios elementos de arte, empezó con un simple boceto de un retrato de Aphelios mientras lo hacia no pudo evitar sonreír de forma estúpida y enamorada, además que un leve color rojo adorno sus mejillas.

Siempre que dibujaba o pintaba algo relacionado con Aphelios tenia la misma reacción, pues inevitablemente el recuerdo de cuando se conocieron venia a su mente, era primavera en aquel entonces, Sett estaba pasando por un momento muy difícil en su vida su madre, la persona que el más amaba había fallecido, y junto a ella una parte de Sett, recordaba que el había empezado a estudiar arte desde muy pequeño, era un prodigio para eso, de hecho los ingresos de él que eran destinados a su progenitora eran de sus pinturas o dibujos, pero cuando su madre murió su talento lo hizo igual, por más que intentaba no podía pintar y si lo hacía lo único que pintaba o dibujaba eran adefesios, la situación era muy crítica, al punto en que Sett considero seriamente dejar el arte de lado he intentar buscar otro trabajo.