Scarlett preguntó temerosa, sostenía con fuerza la mano de su esposo quien había estado en silencio durante toda la consulta; las noticias no eran favorables.
— Muerte cerebral — el médico aclaró su garganta mirando fijamente a la pareja de esposos quien se miraba con el semblante desencajado — han pasado tres años desde el accidente, por lo cual la situación es grave, por desgracia es necesaria la intervención, Christopher tu vida peligra.
El actor por primera vez en su vida experimentaba el verdadero terror; aterrado pensaba que su vida quizá estaba llegando a su fin, no podía quejarse los últimos años habian sido maravillosos, pero le dolía en el alma pensar que no vería a sus hijos crecer.
— ¿Y si no quiero operarme? — el hombre preguntó logrando la atención total de su esposa quien sin poder evitarlo sollozó.
— Chris...
— Lamento decirlo pero un día simplemente ya no podrías despertar, por eso necesitamos la intervención quirúrgica Señor Evans.
Media hora después, Chris y Scarlett entraron a su auto y en silencio emprendieron camino a su casa en Malibú, la música sonaba de fondo pero ninguno de los dos le prestaba atención; nisiquiera se habían percatado de que aquella tarde llovía a cántaros.
— Debes operarte Chris...
— ¿Y tener muerte cerebral? No quiero estar conectado a un aparato, no quiero eso para ustedes — el actor suspiró frustrado — quiza solo deba dejar que las cosas pasen.
— No quiero que mueras — Scarlett balbuceó mientras rompía en llanto — no podría soportarlo — limpió sus lágrimas con brusquedad y se giró para mirarlo, un vuelco en su corazón la hizo sollozar de nuevo, no podía imaginarse una vida sin él — hemos pasado por tanto que no lo soportaria, cuando al fin estamos juntos.
Chris se quitó el cinturón para abrazarla mejor, ambos rompieron en llanto aferrandose uno al otro; su peor miedo los estaba abatiendo.
— Te voy a amar en esta y en otras vidas, me has hecho tan feliz con dos hijos maravillosos, con un matrimonio fuerte — hizo que lo mirara — quiero que me prometas que vas a ser feliz sin mi, que vas a volverte a....
— ¡No Chris! No me pidas eso.
La rubia escondió su rostro en el cuello del hombre, respiró su aroma mientras él besaba su frente.
