Capítulo 1.

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Capítulo uno

Aaron García.

Piso el freno del carro lentamente estacionando el mismo.

—¿Puedes ayudarme con la silla de ruedas hijo? —Preguntó amablemente mientras yo ponía el freno de mano.

—Claro —Le dije abriendo la puerta bajando del carro, caminando hacial maletero sacando la silla de ruedas y Lo llevo a la puerta de mamá. —Con cuidado —Le pedí y la ayude cuidadosamente a sentarse

—Ya son las nueve y cuarenta y cinco de la mañana, ya deben estar llamando para la quimioterapia

Cerré el auto con seguro y empiezo a llevarla al oncológico, Estaba lleno como siempre, tanta gente con esta maldita enfermedad.

—Siento tener que traerte a este lugar sabiendo que no te gusta Aaron —Su mirada no se despegó del frente, su mirada entristecida me provocaba cierta tristeza en mi, no lo daba a relucir, pero me afectaba mucho, igual que ella, los problemas la afectaban pero no lo demostraba. Supongo que saque eso de ella—, pero como puedes ver, no puedo venir sola y tu hermano está trabajando.

—Lo dices como si me obligaste a venir Mamá —Dije mirando al oncológico—, Vine porque quise acompañarte, no todo lo tiene que hacer Lucas —ella sonrió a boca cerrada sin dejar de ver hacia delante.

Entramos y estaba lleno, las pocas veces que he venido siempre ha estado así, personas sin cabello por la quimioterapia y otras en algunos casos, sin alguna parte de su cuerpo.

acomode a mi madre en la sala de espera y miré hacia la caja, podían atendernos rápido.

—Iré a hacer que nos atiendan, no demoraré

—Esta bien —Dijo sonriente y empezando a ver la televisión.

Caminé un poco hasta llegar a la caja, había una enfermera en la computadora, suspiré y me paré enfrente de ella.

—Para la sala de quimioterapia —Ella me observó por unos segundo y luego habló.

—Nombre y identificación por favor

—Nadia Dixon —Respondí, pasándole la identificación. Pasa unos minutos en la computadora para luego devolvérmela.

—En unos minutos la llamaran a la sala de quimioterapia —Asiento y camino hacia la sala de espera.

—Ya la llamarán en un rato —Mencioné sentándome a su lado.



Mi pierna derecha no podía dejar de moverla, La espera me provocaba ansiedad.

—¿Cuanto más demorarán? ¿Será que esta lleno aún?

—Calma Aaron, pronto me llamarán —Me dijo con los ojos cerrados casi dormida, me le quedo viendo unos segundos.

¿Como pudiste?...

Ladeé mi cabeza, ignorando esos pensamientos y me inclino poniendo mi cabeza en su hombro, Ella casi al instante empieza a sobar mi cabeza suavemente. Sentía esa paz que necesitaba desde hace mucho, Me sentía tranquilo.

—¿Que pasa Aaron? —preguntó sin dejar de sobarme la cabeza, me quede callado unos segundos—. Sabes que puedes decirme lo que sea, soy tu madre —dijo dándome un beso en la cabeza.

''Nadia Dixon, Pase a la sala de Quimioterapia''

Repitieron las bocinas haciendo que me levante y lleve a mi madre a la sala olvidando el tema. Caminamos y después de un tiempo llegamos a la sala donde un enfermero esperaba afuera.

Ella Es Mi Calma © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora