YeonJun tenía un año y tres meses.
Joder que rápido crecen.
La pequeña pulga podía ponerse de pie, y ya daba pequeños pasitos, caminaba de una forma tan graciosa pues parecía dar saltitos cada que caminaba, era una dulzura total.
Lo sería más si YoonGi no le empujase cada que el pequeño intentaba caminar.
— Gigi, deja de hacer eso. —Y en ese momento, era TaeHyung que por quinta vez, le pedía a su marido que dejara de empujar a YeonJun.
Ni siquiera lo hacía con fuerza, su dedo se posaba en su frente y con un leve empujón era suficiente para que un gordito y bonito YeonJun cayera a la alfombra donde habían unas cuantas almohadas, puestas por los mismos padres.
— Vamos, Príncipe Encantador, a Yeonnie parece gustarle, ¿Verdad que sí chiquito? ¿Verdad que te gusta que papá Gigi te empuje y caigas de culo? —Al finalizar de decir eso, de nueva cuenta llevó su dedo a su frente haciendo que el menor cayera y el mismo cachorro empezara a reír, realmente a YeonJun le divertía aquello, pues YoonGi volvía a tomarlo de las manos para hacer que estuviera de pie, le hacía caminar unos pasos más y volvía a tirarlo.
TaeHyung suspiró revolviendo sus cabellos, no podía convencer a YoonGi, además, sabía que nunca se lastimaría si estaba con él, las almohadas amortiguaban el golpe y YoonGi ponía sus manos a los costados cuando esté caía.
— YeonJun debe aprender que habrán momentos en los que caerá. —Nuevamente un toque en su frente y el infante caía sobre una almohada, riendo mientras movía sus manos—. Y deberá levantarse, pero no estará solo, súper papito Gigi estará para ayudarlo a levantarse. —YeonJun se levantó con esfuerzo, por cuenta propia, recibiendo una leve ayuda de YoonGi al tomar de sus manitas.
Era una metáfora bonita, tal vez YeonJun no recuerde ese momento cuando crezca, pero ellos se encargarían de enseñarle de forma literal el significado de esa alegoría.
La casa se encontraba sumergida en un silencio a excepción de la sala en la que se encontraban, TaeHyung estaba de vacaciones, en una semana regresaba a clases, pero sus cuñados menores seguían yendo a sus escuelas y los mayores a sus trabajos, por lo que no había nadie más en casa.
YuNa estaba pasando un magnífico tiempo con sus abuelas, aquellas mujeres seguramente están llenándola de amor y cosas brillantes.
YoonGi debía ir a su trabajo de medio tiempo después de la comida. Así que aprovechaba de su tiempo libre para estar con su cachorro.
TaeHyung se sentó enfrente de ellos, estando un poco alejado, aplaudió recibiendo la atención de YeonJun, movió sus pies aún estando en su lugar, mostrando su emoción al ver que su pápa estaba ahí con ellos.
— Yeonnie, ven con pápa, ven con pápa mi niño. —El rubio estiró sus manos esperando la llegada de su cachorro, quien sin dejar de sonreír, se separó de YoonGi para intentar correr con pasitos torpes y rápidos hacia el otro Alfa, una vez estuvo cerca de él, cayó sobre su pecho siendo fuertemente abrazado, recibiendo muchos besos en su cabeza— ¡Eso es chiquito hermoso!
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La GRANDIOSA Familia Min
FanficYoonGi amaba y adoraba a su grandiosa, extensa y súper normal familia. Pero existían días en los que a esos ojetes les encantaba sacarlo de sus casillas. Todo el mundo conocían las estupideces que acontecían a su amorosa familia. Oh, que estrés era...