Cuanta soledad tan a flor de piel, tan dilatada en mis púpilas y en mi corazón, este dolor no es físico porque sí así lo fuera sería menos doloroso y yo sería menos propensa a querer huir de lo que soy.
En estas cuatro paredes donde a diario me camuflo, donde sólo yo sé perderme, para una vez más volverme a encontrar.
En estas cuatro paredes he llorado y he reído, pero entre tanta soledad me he cruzado con tu sonrisa, contigo. Y por un momento de mi existencia he comprobado que te estuve esperando, que fuiste y serás lo que aún me acompaña.
En estas cuatro paredes te escribo, quizás no me leas, no respondas, no cedas a mi llamado, pero mi alimento será tú recuerdo, tú fragancia, tú ausencia que una vez más hace que llore y desborde pequeñas gotas de tristeza... esta tristeza que no se va, que se adueña de mi ser, de lo poco y mucho que llegué a ser.
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Hoy sonrío, mañana no.
Teen FictionLa adolescencia es un estado leve de demencia, porque te contagias de pequeños fantasmas y te apropias de ellos hasta el punto de no dejarlos marchar. Soy una adolescente con delirios de escritora y esta obra es la que yo creo en cada palabra que mi...