Parte única

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Había muchos rumores alrededor de Seokjin y de toda la reputación que desde su adolescencia había creado, hasta tenía muchos sobrenombres que Yoongi no se atrevía siquiera a mencionar, pero es que el atractivo innegable de ese joven y su personalidad coqueta y seductora eran factores cruciales para ser el atrapante amante casual de muchos de los hombres solteros que conocía. Demasiados hablaban de él, bien o mal, ni siquiera le importaba, Seokjin era un espíritu libre, sin ataduras, que hacía lo que quería, con quién quería y cuando quería. Era totalmente diferente a Yoongi, quien temía siquiera acercarse a hablar con ese atrevido chico, por lo que se mantenía siempre lejano a él, solo observándolo cada que ocasionalmente se cruzaban por su zona. Y es que no podía evitarlo, sus sentimientos parecían manejar su vista a raíz de ese lejano recuerdo en donde por una curiosa situación, lo conoció.

Y si bien, cada que lo recuerda se siente como un idiota porque obtuvo valor luego de que Seokjin actuará, no podía evitar pensar en ello a diario; cuando esos hombres acorralaron al popular joven en ese callejón e intentaron tocarlo sin su previo permiso, y terminaron por ser brutalmente detenidos por el mismo chico al que intimidaban. Recuerda que él no dudo en doblar la sucia mano que lo tocó y golpear molesto a esos hombres, y solo cuando ambos se encontraban en el suelo, fue cuando Yoongi entró en escena, preguntando por la salud de Seokjin y dando un tímida patada junto a un grito histérico, cuando uno de ellos intentó tocar una de las largas piernas de ese lindo chico distraído.

Ambos se alejaron de ese lugar y Yoongi se ofreció acompañar a ese desconocido hasta su hogar, notando que vivían a pocas calles de distancia y que el joven convivía solo, porque entre atrevidos coqueteos le invitó a pasar la noche con él, petición que se negó a aceptar, y no porque no estuviera cegado por esa belleza sin igual o porque su líbido no se hubiera despertado, sino porque su pena y timidez eran tal, que le fue imposible acceder.

Desde entonces solo se perdió en él, disfrutando de verlo a lo lejos, escuchando rumores de variados de sus vecinos en común, y creyendo que Seokjin había olvidado su extraño encuentro. Pero fue sorpresivo para Yoongi, cuando muchos meses después, al salir de una tienda, Seokjin lo vio pasar a su lado y lo saludó como si lo conociese de toda la vida, alterando su corazón y provocándole una emoción que no podía comparar con ningún otro sentimiento.

—¡Hola! Ha pasado un tiempo, a pesar de que vivimos cerca, no te he visto mucho— no sabía que expresión reflejaba su rostro, pero parecía que Seokjin solo entendió la confusión —Oh ¿No me recuerdas? Me ayudaste con unos tipos hace algunos meses. Vaya... Es vergonzoso que te saludara...

—No, no... Quiero decir que sí... Lo recuerdo— Hubo una agradable risa que escapó por los labios de Seokjin y Yoongi sintió su rostro pronto a arder por solo verla —Creí que tú no lo recordabas...

—¿Cómo iba olvidarte? Eres el primer chico que me gusta, que rechazó acostarse conmigo. Básicamente jodiste mi autoestima por no joderme a mi, gracias— Era claro su sarcasmo, hasta hubo un risa escandalosa de su parte que lo recalcaba pero sin notarlo, terminó por acompañar el sonrojo de Yoongi dado por esas escandalosas palabras.

Escuchar que le gustaba a Seokjin casi le obliga a desfallecer, pero hizo lo posible para mantenerse firme a pesar de que estaba a punto de chillar. Ni es sus mejores sueños ese chico hermoso se le confesaría, pero allí estaba, admitiendo lo que sentía sin una pizca de pudor y lleno de confianza.

Intentó responder de cualquier forma posible a esas palabras, pero de la tienda se logró oír gritos inentendibles que inmediatamente notó, eran de la conocido abuela de Kim, esa agradable anciana que era reconocida por como que defendía con uñas y dientes a su escandaloso nieto.

—Lo siento, debo entrar o habra porblemas, ella es... Algo llamativa, aunque no más que yo, claro está— El hizo el amague de entrar y Yoongi sintió que lo perdía, que si no hacía algo en ese momento no tendría otra oportunidad, pero simplemente su pena no se lo permitió, porque Seokjin entró y el en su decepción, comenzó a caminar avergonzado por no haber logrado algo tan sencillo —¡Hey, hey, hey! ¡Espera!— Su triste semblante rápido cambió a confusión cuando su caminar se vio interrumpido por la voz de ese chico que acortó sus pocos metros de distancia —Ah, de verdad no te gusto, esperaba que me detuvieras o me pidieras mi número... O aunque sea saber mi nombre, es tan trágico porque eres lindo...— Seokjin comenzó a reir y el sonrojo de Yoongi solo incremento como el palpitar de su débil corazón.

Candy - YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora