La Luna en ti [Xander x Valt x Shu] Beyblade Burst

Obtener lo que se quiere

Hola a todos aquí yo con la continuación, un poco temprano por decir así e.e si seguíamos en suspenso aún más xD

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Obtener lo que se quiere

Después de limpiar y curar, Hyuga sonrió viendo al Capitán Karlisle.

- Ya está señor, por fortuna solo fue un roce y no necesito sutura, pero en unos días vuelva conmigo para checarlo.- Eso era claro, una ventaja para el pelirrojo claro está y así poder tener un pretexto para verlo.

- Lo tendré en cuenta.- El peliverde por su lado se levanto poniéndose la chaqueta, aún manchada de sangre pero no importaba.

- Señor este...- Hyuga dudo un poco tímido pero siguió hablando aún bajo la seria mirada del mayor.- ¿Ti-tiene tiempo?.- Se animó más.- Podríamos... ir a cenar algo... ¡por aquí hay unos puestos que-...!

- Lo siento Hyuga tengo prisa, nos vemos y gracias.

Aún serio, Silas se ajusto el arma y salió con la misma seriedad, Hyuga suspiro tristemente y siguió acomodando las cosas que había usado para curarlo para también irse a casa...

Acercarse al Capitán era demasiado imposible.

- ¡Capitán! ¡El Comandante me dijo lo que paso! ¿Se encuentra bien?

Al bajar al pabellón, Silas se había topado con Cuza, al parecer el moreno lo había estado esperando...

- Estoy bien.

- Me alegro.- El azabache había descansado al comprobar que efectivamente fuera de unos golpes leves y su herida todo estaba bien.- ¿Ya se va?

- Obviamente.

- ¿No quiere cenar?.- Cuza sonrió.- Conozco un lugar que le va a gustar.

- Otro día será, nos vemos.

Cuza suspiro cuando el mayor se fue sin más...

Realmente era difícil acercarse a el joven.

Ya estando afuera comenzando a caminar Silas encendió un cigarrillo y siguió su camino, después de un rato se detuvo recargadose en la pared del callejón que estaba ahí cerca de él.

- No puedo...

Pero claro que no era tonto... desde siempre se a dado cuenta de que Cuza y Hyuga tienen sentimientos por él pero no puede corresponder como quisiera. Ya no quería perder a nadie importante y mucho menos volver a enamorarse.

Se llevó la mano al pecho y aún estando bajo la ropa apretó el anillo que lleva colgando en una delgada cadena.

- No puedo... Free...

Volvió a darle una calada al cigarrillo para ver el cielo, aún con la claridad que había por el inicio de la noche, las estrellas brillaban tenues al igual que la luna.

Esa misma luna se veía también reflejada en una enorme fuente de agua que había de adornó en el jardín principal, donde un joven pelirrubio que recién había llegado esperaba que le siguieran atendiendo.

- Como le dije, el jefe no está.- Fubuki vio al joven, quién seguía sonriendo.- Señor Kiyama.

- ¿Le podrías llamar?.- El joven sonrió.- Solo quiero que sepa que estoy en la ciudad, y estaré poco aquí.

Pero Fubuki negó nuevamente, sabe que cuando Shu está "en su vida perfecta como matrimonio perfecto dejando ver amabilidad", sabe que no debe llamarle y que los asuntos los puede resolver el solo, por algo es su mano derecha.