Estoy totalmente abrumada.
Sí, sé que con eso puede tener algo de coherencia todo este conflicto, porque quizás juzgué demasiado rápido a Rodrigo. Pero es que, tenía la necesidad de buscar un culpable, y desahogarme de ello.
Quizás, eso era lo principal que el organizador de todo esto deseaba, ... pero ¿quién perdería su tiempo en dañar la reputación de cada persona?
Claro, alguien que no está conforme con su vida.
Solté el lapicero y doble delicadamente esa carta y lo metí entre las hojas de un cuaderno.
Ya estaba preparada esta mañana para irme a la pastelería, solo que me urgía escribir lo que sentía, porque todas las palabras que quería decir, me atormentaban la cabeza.
—Hola, Stefany ¿en qué andas? —saludé al entrar al local, acompañada de la campana que anunciaba la llegada de alguien.
—Llegas tarde —dijo en un tono frío, en tanto acomodaba algunas cajas en las estanterías.
—Ay, vamos, te ayudo con eso —dije y comencé a colocar las cajas en cualquier lugar de los estantes.
—Leyla.
—Dime —respondí concentrada en lo que estaba haciendo.
—Mejor, encárgate de la fruta, que está en la bolsa, y yo me encargo de las cajas ¿te parece? —preguntó fingiendo calma.
—¿Por qué yo no mejor me encargo de las cajas? Creo que con tu estatura no serías de mucha utilidad...
—No te creas mucho con tu único centímetro de diferencia conmigo. —Estaba lista para refutarla, pero al parecer el primer cliente apareció por la puerta.
—Aquí estás —escuché la voz de Axel.
—¿Qué haces aquí? —cuestioné.
—Tu madre está de viaje, así que le pregunté a tu padre, y me dijo que estarías aquí.
Me he adaptado a la ausencia de mi madre que, no sé diferenciar entre días que está de viaje, y los días que está en su oficina en casa.
En ese preciso segundo, el teléfono de Stefany y el mío sonaron.
«Ya se estaba tardando mucho en aparecer.»
Todos estos días han sido serenos, sin conflictos y chismes revoloteando por cada estudiante del Values School, hasta el día de hoy: La página de polémicas, había subido un antes y después de algunos alumnos, supuestamente, de quienes habían pasado por hacerse una cirugía plástica, entre ellos; Stefany.
—¿Sabes qué? —interrogó Stefany después de enterarse de la última publicación de The Values School: The reality —. Estoy harta de esta puñetera página ¿quién es tan idiota para estar pendiente de los errores de cada uno? —hizo una pausa para pensar y luego seguir hablando —. De verdad, ¿por qué tiene que existir el ciberbullying? Nadie se salva de eso, ni los profesores. —Agudicé mi oído y la miré directamente —. A esa profesora pelirroja, la más bonita del teatro, le crearon una cuenta de Instagram exclusivamente para subir sus fotos, que estoy segura que son totalmente privadas para ella. —Comenzó a sacar azúcar de un saco y con un recipiente pasándolo a otro cuenco —. ¿Qué hay de malo hacerse una cirugía plástica? Ya era bonita, solo quería arreglarme la nariz para serlo más —aseguró y tomó un suspiro —. Seguro es alguien sin dinero, envidioso que, lo único que quiere es atención.
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P.D. Simplemente te amo ©
Romance¿Cara bonita? ¿Rubia engreída? ¿Bully? Sí, esa es Leyla. Una chica que estaba consciente de todos sus errores, tanto del pasado como los del presente. Sabía que en algún momento tenía que afrontar las consecuencias, pero... no esperaba que las enfre...