Encuentro.

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Marceline se encontraba esperando a sus amigos Finn & Jake en aquel bosque cerca del dulce reinó, había quedado con ellos para ir a explorar una cueva misteriosa a las afueras del dulce reinó. En ese momento llegaron ambos chicos corriendo hasta ella, la saludaron y comenzaron su caminó hacía la cueva mientras platicaban. ¿Y dónde estaba ayer chicos? Los busqué en su casa pero no estaban -Preguntó la pelinegra mientras los miraba. Fuimos a una pequeña misión -Explicó Finn. ¿Misión? -Preguntó confundida. Si una misión, fuimos por unos materiales para la dulce princesa -Le explicó jake mientras seguían caminando.
Marceline Abadeer sintió una pequeña corriente eléctrica cuándo escuchó ese inusual apodó, sentía qué lo había escuchado mil veces antes. ~¿Dulce princesa? Porqué ese apodo se me hace tan...familiar~ Se preguntaba mientras seguía caminando con sus amigos.
Ya veo -Susurró más para si misma qué para ellos.
Un rato después de caminar llegaron a la cueva, estuvieron jugando en ella incluso investigando a ver qué encontraban pero después la pelinegra se cansó y decidió mejor irse a casa, se despidió de sus amigos y emprendió su viaje de regresó a casa, mientras camina de regresó observó de lejos el dulce reinó había oído de el antes además de qué Finn y Jake siempre le cuentan cosas qué suceden ahí pero por primera vez mencionaron a la monarca •𝙳𝚞𝚕𝚌𝚎 𝙿𝚛𝚒𝚗𝚌𝚎𝚜𝚊• sintió una tremenda curiosidad en ir y observar el lugar, así qué dirigió su caminó hacía el dulce reinó caminó, observó el lugar y los habitantes. Todo era muy dulce para su gustó pero aún así observó cada detalle del lugar.

Por otro lado bonnibel a pesar de qué ayer no pudo hacer qué su experimento pasará de fallido a exitoso optó mejor dejarlo ahí por un tiempo para concentrarse en otras cosas cómo por ejemplo los materiales qué le trajeron Finn y Jake pero hoy decidió mejor tomarse un día libre, le avisó a Mentita esté estuvo de acuerdo con qué la princesa saliera para qué se tomará un descanso luego de qué últimamente ella trabajará arduamente siempre. Así qué sé puso su típico vestido rosa con su típica corona adornando su cabeza, salió del castillo, caminó mirando todo a su alrededor y sonrió al ver a los habitantes felices haciéndole reverencias o saludándola.
Sé quedó pasmada al ver a cierta chica enfrente de ella, está chica no se da cuenta qué la princesa la está viendo de pies a cabeza, la chica tiene la mirada dirigida a un puesto de comida, están más o menos a un o dos metros de distancia. Bonnibel no podía creerlo ¡Es la bella chica pálida, de cabello negro y bellos ojos verdes de sus sueños!
Y por si fuera poco sin poder evitarlo...
Marceline -Susurró suavemente la joven princesa para si misma y se percató qué dijo el nombre de la chica que tiene enfrente, se quedó confundida porque pensó qué no sabía el nombre de aquella chica pero lo acaba de susurrar. Su menté le acaba de jugar una broma muy pesada además de qué ella creía qué nunca se encontrarían pero está enfrente de ella a menos de 3 metros de distancia.

Por otro lado Marceline sintió una mirada sobre ella pero en lugar de sentirse incómoda, sentía qué su corazón latía rápidamente y sentía una enorme felicidad sin saber muy bien porque, así qué volteó ligeramente a su derecha y la vió a una chica rosada qué veía fijamente a Marceline con una mirada de asombro. ~¡Al fin la encontré!~ Pensó inmediatamente Marceline mientras la veía atónita cómo si no lo pudiera creer.
Cómo si fuera un sueño.
Pero el subconsciente de marceline volvió a jugarle sucio...
Bonnibel -Murmuró la chica rebelde para si misma. Al pensar un poco del nombre qué acaba de decir ¿Cómo demonios supo qué se llamaba así? Salió de su boca con tanta seguridad y eso hacía que se sintiera más confundida de lo qué ya estaba pero dispuesta a acabar con el misterio se acercó con el pasó un poco lento para no asustar a la chica rosada, cuándo llegó a estar enfrente de ella no supo exactamente qué decir pero ambas se vieron fijamente directo a los ojos y sin querer evitarlo ambas se perdieron en los ojos de la otra cómo si todo a su alrededor hubiera desaparecido y sólo estuvieran ellas dos.
Marceline trató de decir algo pero nada salía de su garganta. Jamás nunca, nunca de los nunca en la vida la chica rebelde se había puesto tan nerviosa y mucho menos quedarse sin habla o sin algo que decir pero... tenía qué admitirlo aunque le pesará con la pura presencia de la princesa dejó sin habla y sin aliento a la gran Marceline Abadeer.

Ambas no saben exactamente cuándo tiempo ha pasado, su duelo de miradas no cesa.
Hola -Dijo suavemente la princesa hacia la chica rebelde. Hola -La chica rebelde apenas logró devolverle el saludó, Marceline aclaró su garganta y con todas las fuerzas dejó su nerviosismo a un lado, Perdón por acercarme de está manera es qué...tú belleza me dejó sin aliento -Habló la chica rebelde con un tono un tanto coqueto.
Esperen...¡¿Acaso Marceline le acaba de coquetear a Bonnibel?!
Si la respuesta es si, estaba coqueteándole.
El corazón de Marceline casi se le salía del pecho esperando una respuesta aprobatoria por parte de la princesa, bonnibel soltó una pequeña pero linda risa Eres realmente tierna -Comentó la princesa con una sonrisa para la chica rebelde, ambas sé sonrojaron. Disculpa pero...¿Te conozco de algún lado? Es qué me pareces un tanto...familiar -habló la princesa mientras seguía viendo a la chica rebelde fijamente a sus hermosos ojos. Eso mismo te quería preguntar, me pareces muy familiar pero lo dudó jamás olvidaría a una princesa tan hermosa cómo tú -Volvió a hablar coquetamente la chica rebelde, la princesa se sonrojó ante tales palabras ~Luce tan tierna y hermosa qué podría comérmela a besos~ Pensó Marceline mientras observaba el sonrojó de bonnibel.
Por cierto me llamó Marceline Abadeer -Se presentó con una sonrisa únicamente para la princesa. La princesa se le aceleró el corazón al escuchar su nombre qué minutos antes había susurrado. Mucho gustó yo me llamó Bonnibel Bubblegum -le volvió la sonrisa a Marceline. A la chica rebelde también se le aceleró el corazón al escuchar el nombre de la princesa.
Ambas habían pensado y optado qué lo mejor por ahora sería hacerse amigas por el momento, después averiguarían lo de sus sueños y todo ese misterio.

Mientras hablaban a la chica rebelde se le ocurrió una idea. ¿Qué te parece si vamos a comer algo? Muero de hambre -La chica rebelde le propuso la idea qué cruzó por su menté a la dulce princesa 'invitarla a comer'. Cla-claro -Dijo tímidamente bonnibel con un leve sonrojó. Por suerte cercas de ella se encontraba un restaurante, ambas entraron, sé sentaron y miraron el menú. Pide lo qué quieras yo invitó -Volvió a hablar coquetamente Marceline mientras le guiñaba a Bonnibel, la princesa sonrió mientras se sonrojaba de nuevo. La chica rebelde pidió dos trozos de pizza y la princesa pidió spaghetti mientras esperaban la comida comenzaron a hablar sobre sus vidas la princesa le contó que tiene poco siendo la gobernante del dulce reinó y qué antes de ella su padre era él qué gobernaba pero tristemente murió a causa de una terrible enfermedad hace 2 años y medio aproximadamente.
Vaya en verdad lo siento mucho, supongo qué debió de ser difícil para ti -Comentó la chica rebelde cuándo la princesa terminó de contarle su historia. Si fue bastante difícil pero bueno basta de mí ¿Qué hay de ti Marceline?
Ahora la chica rebelde le contó qué desde hace 3 años ha estado viajando por todo él mundo, conociendo lugares nuevos hasta qué decidió buscar una casa y le explicó qué su casa está en una cueva cercas del dulce reinó. Ya veo entonces te veré más seguido ya qué...vives cercas -Dijo la princesa con una enorme sonrisa, sentía su corazón acelerarse y derretirse por aquella chica de cabello negro.
Marceline le devolvió la sonrisa, Claro además ya tengo un buen pretextó para venir al dulce reinó para venir a verte -Dijo Marceline mientras se perdía en aquellos ojos azules de Bonnibel. Su comida llegó, ambas disfrutaron su comida y su mutua compañía además de su platica en dónde contaron historias de su vida, gustos etc etc...
Cuándo terminaron de comer Marceline pagó la comida de ambas, salieron del restaurante caminaron un rato perdiéndose un poco en el bosque del dulce reinó mientras seguían en su plática de repente algo llamó la atención de la chica rebelde
¿Qué es eso? -Preguntó Marceline mientras se acercaba para poder observarlo, es un árbol qué tiene tallado lo qué parece ser las Iniciales dé alguien [ MA + BB♡ ]
Parece qué alguien talló sus iniciales y la de su pareja -Dijo Bonnibel también acercándose para poder verlo.
Ambas reconocieron el árbol, es el mismo árbol que siempre sale en sus sueños además de qué ambas tienen la sensación de qué han estado en este lugar mil veces.
Por un momento a Marceline pensó qué esas iniciales eran de ella y de Bonnibel pero borró rápidamente esa idea probablemente debe de ser una gran coincidencia puede a ver otras parejas con sus mismas iniciales.
Siguieron su caminó tratando de olvidar aquello y finalmente Marceline acompañó a Bonnibel hasta el castillo. Bueno entonces nos veremos...otro día -Dijo la princesa mientras veía a Marceline. Claro luego nos vemos -Dijo la chica rebelde mientras observaba cómo la princesa entraba al castillo.
Hoy fue el mejor día de toda mí vida -Susurró Marceline para si misma mientras suspiraba llena de amor.

𝓗𝓲𝓵𝓸 𝓡𝓸𝓳𝓸❣️〖𝐵𝑢𝑏𝑏𝑙𝑖𝑛𝑒〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora