Lazos - Kimetsu No Yaiba

Capítulo VIII

- ¿Kanao-chan? - llamó la joven Kamado a la peli negra, quien estaba acompañada por un grupo de aproximadamente veinte Kakushi, las personas quienes ayudaban a los cazadores con temas no relacionados al combate - ¿También te asignaron esta misión? - solo recibió un asentimiento - Ya veo - le sonrió.

Había pasado un mes desde su encuentro con Tamayo y Yushiro, se le asignaron varias misiones en ese lapso de tiempo y cumplió satisfactoriamente con cada una de ellas, por la que ahora era rango Kanoe, uno por debajo de la Tsuyuri. Por desgracia no pudo encontrar pistas sobre el paradero de su hermano, pero al menos tenía la certeza de que estaba vivo.

Ahora tenía una misión en lo alto de una montaña, un grupo de cazadores de rango bajo había subido mas temprano esa misma noche, pero el cuervo de uno de ellos voló hasta la residencia del patrón notificando la situación difícil en que se encontraban, tenía entendido que también enviaron a Giyuu y Shinobu, por lo que no era raro que Kanao estuviera ahí también.

- Aun faltan algunos Kakushi ¿Verdad? - le preguntó Nezuko a uno de estos, el cual asintió - Bien, Kanao-chan, yo subiré ahora mismo - notificó comenzando a caminar, y es que, por alguna razón, tenía un presentimiento, aunque no sabía si era bueno malo.

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"¿Esto es enserió?" Era el pensamiento de Tanjiro.

"Desagradable" Era el pensamiento de Inosuke.

Se habían encontrado con una situación algo peculiar, había un chico rubio acosando a una joven en mitad del camino, se lo encontraron cerca de la casa de demonios en que estuvieron anteriormente, lo cual no era raro, ya que vestía un uniforme de cazador con un haori amarillo y portaba una nichirin, por otro lado un gorrión estaba tratando de guiarlos hasta ellos.

Inosuke al principio ignoró la situación, pero el Kamado por el contrario intervino.

- ¡¿Qué crees que haces?! - separo al muchacho de la chica - ¡No fuerces a alguien a hacer algo que no quiere! ¡Y no le des problemas a tu gorrión! -

- ¡¿Eh?! ¡¿Y tu quien eres?! - el chico rubio observó mejor y noto el uniforme - ¡¿Un cazador?! ¡Métete en tus asuntos! ¡Ella quiere casarse conmigo! ¡Yo le gusto! - su parloteo fue callado por una bofetada de la chica.

- ¡¿Cuando dije que me gustabas?! - grito iracunda - ¡Solo me acerque por que parecías enfermo! - dicho eso comenzó a golpearlo - ¡Además ya estoy prometida! - finalizó con eso y se fue, dejando a los tres muchachos solos.

- Hmp, la chica me agrada - hablo al aire el jabalí.

- ¡¿Por qué tenías que intervenir?! - grito el rubio, ganándose una mirada algo... despectiva por parte de Tanjiro - ¡No me mires como si no fuera una persona! ¡Es tu culpa que no haya podido casarme! - la expresión del Kamado empeoró.

- Oe, Gompanchiro, ¿Que es casarse? ¿Se come? - preguntó Inosuke, ajeno a la situación, ganándose la atención del rubio.

- ¿Qu...? - el chico se puso pálido - ¡¿Que demonios es esa cosa?! -

- ¡No es una cosa! - exclamó Tanjiro - ¡El es Inosuke! -

- ¡Inosuke-sama para ti! - señaló el enmascarado.

La discusión continuo por varios minutos, el joven se presentó como Agatsuma Zenitsu, un usuario del aliento del rayo. Mencionó que se había vuelto cazador por obligación más que oficio, aunque Tanjiro notaba otras emociones detrás de esa capa de pesimismo y cobardía, podía oler impotencia y si algo sabia el era que la impotencia te lleva a trabajar duro, eso era algo que también percibía, el gran esfuerzo que había detrás del muchacho.