Kiba.
Esta noche... Yo... perdí mi virginidad.
Él se levantó y se vistió con mucha prisa, quería escapar, huir, esconderse.
-Pero...
Fue lo único que alcancé a decir, antes de que el se fuera dejándome ahí, desnudo, usado.
Todo comenzó esta mañana cuando los ricos de la aldea de la arena vinieron a visitar nuestra aldea.
El kasekage y sus hermanos decidieron hacer una fiesta por el motivo del cumpleaños de Kankuro que a pesar de que sería al día siguiente ellos decidieron celebrar la noche antes hasta el otro día.
O esa era la intención.
Por desgracia la casa elegida para la fiesta fue la mía, todos mis amigos y compañeros viven en pequeños departamentos o con sus familias y yo soy el único con una casa lo suficientemente grande y lo suficientemente disponible para algo así.
Después de que la casa estuviera lista sólo nos costó esperar que los demás invitados lleguen.
-¿Crees que Shikamaru traiga lo que le pedí? -preguntó Temari.
Gaara solo asintió y continuó leyendo.
-Si le da flojera es muy probable que no. -dije.
-¡A el todo le da flojera! -dijo Kankuro, en ese momento sonó el timbre. -¡Llegaron!
Todos entraron y pusieron música, debo admitir que al principio estaba algo aburrido, hasta Akamaru decidió irse a su habitación con sus colchas y sus juguetes, me asegure de dejarle suficiente comida y agua y regresé a la fiesta.
-Ya se lo que le falta a esta fiesta ¡Alcohol! ¿Todos son mayores de edad cierto?
Kankuro se paseó de un lado a otro dándole cervezas a todos, yo no tomé demasiado, la última ves que lo hice me sentía del asco, tal ves porque era mi primera ves bebiendo.
Fue una fiesta normal, divertida y alocada, lo que realmente recalca el punto de esta pequeña historia fue en el momento en que las luces se volvieron más oscuras, opacas, débiles.
Eran más de la media noche.
Todos decidieron retirarse después de eso y yo bajé al sótano luego de despedirlos para revisar lo que estaba pasando con mi electricidad.
Luego de ver que era lo que sucedía lo arreglé, me tomó unos minutos simplemente.
-¿Esta todo bien?
Al escuchar su voz recuerdo no haberme movido demasiado, no le di importancia, sólo era él.
-Si Kankuro, ya terminé de arreglarlo ¿Que haces aquí?
-Decidí quedarme y ayudarte con el desastre allá arriba.
-Si, mañana limpiaremos.
-¿Esta es una habitación extra?
Kankuro se lanzó a la cama y se acostó cómodamente en ella.
-Si, estaba vacío pero decidí dejar ese viejo colchón ahí y unas cuantas cosas que no tenían lugar allá arriba.
-Es un buen sótano.
-Si.
El silencio se hizo inevitable, me acosté a su lado y nos quedamos mirando el techo un buen rato.
Hasta que él habló.
-¿Vives siempre sólo?
-¿Ah? No, mi hermana aveces se queda unos días o Shino cuando no quiere conversar con su familia de cosas personales.