Juego del Destino

CAPÍTULO 27

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CAPÍTULO 27: 

"NUESTRA SEGUNDA PRIMERA VEZ"

La mañana siguiente, Gun despertó primero. Intentó zafarse del abrazo de Mark que estaba aferrado a su cintura para poder voltearse a verlo.
Al hacerlo, estiró su brazo y comenzó a acariciar su rostro y cabello del chico dormido.
-Te vi un mes así, y mi corazón dolía al no saber si volverías a mirarme. Pero ahora tengo la seguridad de que despertarás-.
Mark se movió un poco para acomodarse y Gun retiró su mano rápidamente. Luego de ver que el chico no despertó, continuó con su acción y prosiguió.
-Lo lamento. Quería odiarte, en verdad quería hacerlo, pero no pude. Mi corazón fue más fuerte que yo-. Dijo con mucha emoción.
Sorpresivamente, la otra persona habló exaltando a Gun.
-¿Por qué? ¿Por qué querías odiarme?-.
-¡Mark! ¿estabas despierto desde hace mucho tiempo?-.
-No, acabo de despertar y te escuché-.
Gun se levantó inmediatamente de la cama, procurando alejarse de Mark.
-Creo que ya me tengo que ir... ¿qué hora es?-.
Tomó su celular del velador y vio que en su pantalla había un mensaje de Mix.
"Mis padres sabían que estarías con Mark por lo que decidieron asistir a sus trabajos, y yo también tuve que venir a mi oficina a solucionar algunos asuntos. Aprovecha el día para hablar con él"
Los nervios en Gun llegaron por arte de magia al darse cuenta que en casa sólo estaban ellos dos. No podía irse de la casa y dejar al menor solo.
-¿Por qué tan rápido? ¿No me vas a responder?-.
-Bueno, es que... Tendré que quedarme a cuidarte. No hay nadie en casa-.
Una sonrisa con picardía apareció en el rostro de Mark, y es que aprovechó ese momento para realizar algunas tácticas para quedarse al lado de Gun el mayor tiempo posible. Pero esta vez eran movimientos honestos.
-Entonces, serás como mi enfermero-. Dijo Mark con una risita.
-No exageres, ¿puedo ocupar el baño de visitas para ducharme?-.
-Está bien-.
-Oh, ¿Tienes un cepillo dental nuevo que me regales?-.
-Sí, claro. Ven, te llevaré al baño-.
Mark lo guio hacia aquel lugar y le dio al chico un cepillo que le había solicitado. Dio media vuelta y se marchó.
Al cabo de unos minutos, Gun estaba de vuelta en la habitación con una toalla que usaba para secarse el cabello. Miró a Mark y habló.
-Ve a ducharte. Yo bajaré a la cocina a preparar algo de desayuno-.
-No, espérame aquí y bajaremos juntos-.
-Debes tomar tus reposos. Aún no estás completamente sano-.
-Está bien. Iré a ducharme y te esperaré en la habitación-.
-Bien-.
Mark se fue al baño y Gun bajó por las escaleras y se dirigió a la cocina. Al principio, no recordaba cómo llegar, pero caminando comenzó a recordar el lugar de destino. Llegó a la cocina e inició la búsqueda de utensilios, platos y vasos. Posteriormente, abrió el refrigerador y tomó algunos huevos, leche y salchichas.
-¿Le gustará la fritura?-. Se preguntó a sí mismo intentando adivinar para hacerle un desayuno aceptable para el chico que esperaba en el segundo piso.
-No importa, haré lo que sé hacer-.
Esculcó entre las cosas para dar con el sartén hasta que lo halló.
-Al fin-. Suspiró.
Colocó las salchichas en el sartén previamente aceitado y los huevos. Luego buscó una bandeja para prepararla mientras la comida se freía.
El plato con dos salchichas y dos huevos, un vaso de jugo, un tazón de avena y listo. Todo estaba preparado para ser llevado y con cuidado lo tomó y caminó hacia la dirección de la habitación.
Al entrar, se encontró con Mark secando su pelo, así que se acercó a él y habló.
-Ya está listo. Acomódate-.
-Oh, gracias-. Musitó Mark.
Se sentó en la cama y Gun colocó la bandeja en sus piernas. Al ver que sólo era comida para una persona, Mark no dudó en preguntar.
-¿Por qué no trajiste para ti?-.
-No te preocupes, puedo comer después-.
Mark no aceptó la respuesta.
-Comerás este tazón de avena. Tienes que acompañarme-.
Gun sólo lo miró y aceptó.
Ambos comenzaron a comer sin dirigirse la palabra, algo que empezó a incomodar a Mark, pero no pronunció frase alguna para romper aquella atmósfera.
-Eh... Mark, hay algo que tengo que decirte-. Inició Gun.
-Dime. Te escucho-.
-Es sobre la razón por la cual te dije que quería odiarte-.
Mark dejó de comer y prestó atención a la persona que tenía frente a él, sentado a un costado de la cama.
-Es cierto... Realmente quería odiarte con todas mis fuerzas-. Dijo Gun bajando su mirada.
"Mierda, ¿P'Mix le habrá contado todo?" pensó de pronto el menor.
La duda comenzó a inundar su mente, por lo que decidió ir al grano inmediatamente.
-¿Mi hermano habló contigo?-.
-No. P'Mix no me contó nada. Lo del trato de ustedes siempre lo supe-.
Mark se quedó completamente atónito.
-¡¿Q...qué?-.
Gun comenzó su relato frente a la mirada asombrada del otro chico.
-Lo supe desde el día que llevé a P'Mix a conocer a mi familia. Los escuché hablando en el jardín y me di cuenta que mi novio se había fijado en mi hermano. Luego escuché una conversación de mi hermano y P'Mix hablando sobre su trato. Fue unos días después de haberte conocido. Me di cuenta que nuestro primer encuentro y la cita había sido montaje de tu parte-.
Mark escuchaba atentamente el relato de Gun mientras su corazón se desvanecía por dentro. Gun prosiguió.
-En ese preciso instante, tomé la decisión de ser yo quien jugara con ustedes, en especial contigo. No quería que me vieran como el más débil, así que me propuse hacerles sentir el mismo dolor que me iban a causar. Por eso, comencé a coquetearte haciéndote creer que estaba cayendo en tu juego, para luego hacerte pasar por el desamor. Y lo mismo pasaría con mi hermano. Busqué un motivo para separarlos y lo logré-.
-P'Gun... yo... lo siento-.
-Pero no conté con que...-.
-caeríamos en nuestro propio juego-. Terminó Mark.
Se levantó, tomó la bandeja y la dejó en el escritorio. Se devolvió y se sentó al lado de Gun.
-Escúchame. Ahora quiero ser honesto contigo. Al principio sí fue un juego para mí, pero conforme pasaron los días, comencé a sentir algo que nunca lo había sentido. Me di cuenta que me había enamorado de ti como un loco. Odiaba la idea que mi hermano estuviera a tu lado. Estaba decidido a ir por ti, pero sucedió lo de P'Rhun y yo-.
-Eso...-.
-Ya no digas más. Sólo quiero que sientas mi corazón. Te amo, P'Gun. Créeme-.
Mark tomó la mano de Gun y la colocó en su pecho. Este podía sentir los fuertes latidos de su corazón, pero la retiró inmediatamente.
-No quise escucharte porque creí que todo era parte de tu juego, hasta que arriesgaste tu vida para defenderme. Recién en ese momento, se me cayó la venda de los ojos. Mi dolor con mi hermano, P'Mix y tú, me tenían enceguecido-.
-Podemos comenzar otra vez-.
Mark acercó su rostro al del otro chico y le dio un tierno beso, que duró unos segundos. Al acabarlo, prosiguió.
-Por favor. Sé que me acosté con tu hermano, pero...-.
-Mark, esa noche...- Gun hizo una pausa y prosiguió, -... fui yo-.
-¿Qué?-.
-Yo monté todo para hacerte creer que pasaste la noche con él, pero no fue así. Yo fui la persona con la que tuviste relaciones. Yo te di mi primera vez-.
Una sonrisa amplia se dibujó en el rostro de Mark, quien se abalanzó sobre Gun y asaltó sus labios.
-¡Lo sabía! ¡Había algo dentro de mí que me decía que eras tú!-.
-Mark...-.
-No digas más. Ya el resto no importa-.
Besó nuevamente sus labios mientras inclinaba al chico hacia atrás.
-¡Mark! Estás convaleciente aún. No podemos-.
-Shh. No me importa. He perdido mucho tiempo. Quiero tenerte. Me muero por probarte-.
-Pero... ¿no estás enojado o algo así?-.
-Ahora mismo no me importa nada-.
Volvió a atrapar sus labios sin dar espacio para un respiro. Tomó ambas manos del chico mayor y las colocó sobre la cabeza. Gun estaba completamente entregado a sus emociones.
La respiración de ambos chicos se aceleró y la excitación despertó emanando un aroma a deseo que se dispersaba por toda la habitación.
Mark descendió su mano hacia el pantalón deportivo y la quitó rápidamente, exponiendo así el miembro erecto de Gun. Tomó el pedazo de carne y le dio una pequeña lamida.
-M...Mark... ¿Qué vas a hacer?-.
-Probarte-.
Sin aviso alguno, metió el miembro en toda su boca logrando que Gun soltara un fuerte gemido.
Sacaba y metía. Lamía y besaba cada centímetro de la virilidad del mayor, y de vez en cuando alzaba su vista para ver cómo se retorcía Gun en la cama con esta acción.
-¿Qué tal?-. Preguntó Mark lamiéndose los labios.
-Mmmm-.
-Dilo-.
-Es... delicioso. Me.. en... encanta-.
Gun sentía su corazón latir tan rápido como si quisiera salirse de su pecho y de su boca sólo podían salir gemidos incontrolables que llegaban a los oídos del menor.
Mark usó su lengua para lamer la punta del pene de Gun haciendo que choques eléctricos llegaban hasta el cerebro de este perdiendo la razón de sus emociones.
-¡Me.. me voy a correr-.
-Hazlo-.
Mark provocó e instó a Gun que acabara en su boca, y aunque era una acción vergonzosa para el chico, este intentaba esperar para no hacerlo, pero...
-Lo siento-. Dijo Gun.
El líquido quedó completamente dentro de la boca y Mark no dudó en tragarlo quedando restos en la comisura de su boca.
No lo sintió algo desagradable, pues pensó que, si provenía del hombre que ama, de seguro era un líquido que no tenía mal sabor.
Se acercó a los labios de Gun y los besó con la intención de que su chico probara su sabor, y este aceptó sin sentirlo desagradable.
Luego de aquel beso, Mark se apoderó del torso de Gun que aún contenía su polera mientras que con sus caderas frotaba su propio miembro con el ajeno, despertando al mayor nuevamente.
-Recuerdo que me lo hiciste-. Dijo Mark.
-¿Qué?-.
Se levantó quedando de rodillas frente a Gun que estaba aún acostado, y bajó su pantalón del pijama junto con sus bóxers.
-Hazlo. Es tu turno-.
Gun obedeció y se levantó de su cama quedando frente al pedazo de carne que esperaba por él.
Tomó el miembro fuertemente y lo metió dentro de su boca haciendo gemir a Mark. Se retorcía de placer arqueando de vez en cuando al sentir los movimientos de entrada y salida de su miembro en la boca.
Gun besó, lamió y chupó el pene de Mark entregando adrenalina en demasía. Cambiaba de dirección e iba hacia los dos pequeños bultos que tenía y le daba pequeños mordiscos que encantaron a Mark.
-¿Cómo lo estoy haciendo?-. Preguntó Gun.
-Mmmm... Realmente eres un experto en la materia-. Decía Mark teniendo su mano sobre la cabeza de Gun acariciándolo y desordenando su cabello.
Gun siguió con su juego logrando que Mark se viniera en su boca, posteriormente se levantó y besó sus labios para que el menor pudiera probar de su líquido.
-Fue fantástico... pero esto aún no acaba-. Aclaró Mark.
-Soy todo tuyo...-.
-¿Mío?-.
-Sí, todo tuyo-. Al pronunciar esas palabras, Gun tomó a Mark de los hombros y lo guio hacia el lugar que le correspondía: sobre su cuerpo.
-Nuestra segunda primera vez está por comenzar-. Respondió Mark con voz carrasposa.
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