N/A: Todos los cuerpos son bonitos, enserio. Te digan que tienes sobrepeso, que estas muy delgado. Quizás tengas los dientes torcidos, alguna malformación o una cicatriz muy fea, sigues teniendo un cuerpo hermoso que merece ser valorado y amado a cada centímetro.
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Stiles e Isaac estaban sentados en la mesa del comedor de la reconstruida casa familiar de los Hale. Isaac era un verdadero matado en álgebra, trigonometría y basicamente todo lo que implicaba número. Hasta era incapaz de recordar una mísera fecha sin cambiar de sitio el mes y el día, a veces hasta cambiaba el año por el mes. Era un auténtico caos para los números (Aunque, a extrañeza de todo el mundo había dicho que creía en la numerología). El castaño, como madre de la manada según todos los cachorros, era incapaz de mirar los ojos de cachorrito de su amigo y negarse a sentarse con el en aquella casa a explicarle que primero va el día, luego el mes y finalmente el año.
A veces no entendía como siendo tan listo había acabado rodeado de gente tan tonta e impulsiva.
Peter entró en ese momento a la cocina, con unos pantalones de chándal negro y una camisa de lycra negra que se ceñía en el torso de Peter, marcando cada estúpido centímetro del abdomen del lobo al mayor. El adolescente levantó la mirada, encontrando de pronto sus libros y al rubio de los más aburridos. El mayor de los Hale era maravilloso, tenía unos muslos fuertes, unos gemelos de envidia, nadie podría llamarlo gordo, NUNCA. Pero Stiles dudaba haberle visto alguna ves sin camisa, sabía que él tampoco le había visto sin camiseta, pero el era el humano débil de la manada, no el exalfa que mordió a su mejor amigo.
-Peter-Le llamó Isaac, el lobo cerró la puerta de la nevera bebiendo directamente de la botella de vidrio en la que estaba el agua fría, la mirada del castaño se negó a no mirar como la nuez del lobo se mecía mientras tragaba-. ¿Sabes algo de la cosa esta de los cuadraditos?
-¿Trigonometría?-Isaac asintió, el otro seguía perdido en su ensoñación con pulso propio.
-Sí, eso. Stiles lleva rato intentando explicarme algo del coseno pero no le entiendo, es como si me hablase en español-Pausó viendo como el humano no le hacía caso sino que tenía la mirada perdida en algún punto de la cocina, punto que para Stiles tenía nombre-. Mírale, le he roto con mi estupidez.
El mayor desvió su mirada hacia el castaño, sus ojos azules eran algo maravilloso en lo que el castaño podía perderse sin ninguna duda. Se dio cuenta de que si podía ver los ojos de Peter era porque lo estaba mirando, agachó la mirada hundiéndose en la silla. Estaba ruborizado y olía a vergüenza. El mayor de los Hale se giró hacia Isaac y dijo:
-Ahora venimos Isaac- El rubio asintió y Peter volvió a mirar a Stiles, alzando una ceja al volver a encontrarse con la atenta mirada del adolescente-. Vamos Stiles.
El mencionado quiso negar con la cabeza, gritar pidiendo socorro, incluso se le pasó por la cabeza tirar en el suelo y rodas como si se estuviese quemando vivo. Pero simplemente se levantó y siguió al beta sin reprochar, ni siquiera levantó la mirada, realmente estaba avergonzado. Y tenía de frente el culo de Peter, lo cual también era ventajoso. El lobo entró en el cuarto de Derek, sabía que estaba insonorizado y que el adolescente no querría que Erica y Vernom escucharan aquella conversación, tenía pinta de ir a ser muy incómoda.
Se sentó en el borde de la cama de su sobrino y miró fijamente a Stiles, no le estaba escaneando ni nada por el estilo, simplemente mantenía su mirada en él. Viéndole nervioso sin la necesidad de sus sentidos súper-desarrollados, con ellos escuchaba el pulso del humano acercarse de forma peligrosa al de un conejo, olía su nerviosismo y su miedo.
-Creía que ya te había dejado claro que puedes confiar en mí, que no te quiero comer y no te voy a matar-Stiles dejó de oler a ansiedad para oler a duda, y sus ojos ahora lo encontraban más interesante que al parqué del cuarto de Derek.
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Apreciación [Steter].
FanfictionStiles no puede centrarse. Aunque quizás no quiera centrarse en los deberes de Isaac sino en otra cosa, o mejor dicho otra persona.