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Después del castigo, Jeongin sintió que su relación con Seungmin se fortalecía aún más. Todavía le preocupaban los pensamientos de este último y honestamente se sentía culpable a veces, pero tenía que recordarse a sí mismo que todos esos pensamientos negativos eran tontos. Tuvo que decirle al mayor de los dos que Hyunjin los ama a ambos por igual, y que no hay absolutamente nada de qué preocuparse.

El castigo de la jaula para miembro fue bastante suave, y fue agradable para Jeongin poder besarse con Seungmin sin tener que preocuparse por ponerse duro y necesitar permiso para correrse. Continuaron sus días como de costumbre, esperando a que su amo terminara su trabajo de horas extras con paciencia y ayudándolo a relajarse cuando llegaba a casa tarde en la noche.

Hyunjin se dio cuenta de que era injusto descuidar a sus chicos solo porque estaba ocupado con el trabajo.
El trabajo era agotador y ciertamente lo ayudaron a desestresarse después de largos días agotadores encerrado en la oficina. Y le encantaba cómo sus muchachos estaban tan ansiosos por complacerlo incluso cuando no obtienen nada a cambio, como si obtuvieran placer al darle placer.

Después de dos días, el castigo de Jeongin terminó según lo prometido. Su amo le quitó la jaula y lo abrazó cálidamente.

–Estoy orgulloso de ti–.

–Gracias Señor. Prometo que me controlaré mejor ahora—.

Hyunjin se rió entre dientes cuando se volvió y vio a Seungmin haciendo pucheros, –Lo siento amigo, todavía estoy trabajando horas extras el resto de la semana, así que todavía tienes 4 días con eso—.

–¡Eso es como 2 días más de lo que prometiste originalmente!–Kim lo miró con ojos de cachorro, el labio inferior sobresalía aún más.

–Lo prometí hasta que no tenga que trabajar más horas extra, ¿No?.

–Sí señor, seré paciente— suspiró Seungmin antes de que se le ocurriera una idea descarada, –Pero... ¿Puedo al menos probar si Innie realmente puede controlarse mejor ahora?.

Los ojos del mencionado se abrieron, un poco nervioso por la mirada traviesa en el rostro del chico. Esperaba por Dios que Hyunjin no dijera ...

–Hmm, eso en realidad suena como una idea divertida.

–Señor, ¿por qué?— se quejó el menor.

—Quiero ver si puedes mantener tu promesa. Además, será entretenido de ver.

Seungmin sonrió y tiró al menor hacia la cama. Jeongin lo fulminó con la mirada, pero lo siguió de todos modos porque sabía que todo esto era un juego para él.

–Eres malo—.

–Solo quiero probarte te he echado de menos.

—No vengas hasta que yo lo diga, Innie—. advirtió Hyunjin mientras se sentaba a los pies de la cama para observar a sus chicos.

Seungmin no perdió el tiempo. Inmediatamente tomó el miembro de Jeongin en su boca haciendo que el menor jadeara fuerte. Tarareó cuando sintió la polla de Jeongin endurecerse y crecer contra su lengua.

El miembro de Seungmin se movió lastimosamente en su jaula. Estaba tan cachondo y la única forma en que podía liberar algo de esa tensión era a través del menor, así que chupó más fuerte.

—Por favor— gimió Jeongin después de un rato.

—¿Ya? No creo que estés durando más de lo que sueles hacer— dijo Hyunjin.

—No te dije que bajaras la velocidad, ¿Verdad?— Hyunjin habló en voz baja y Seungmin miró al menor en tono de disculpa mientras aceleraba sus movimientos.

daddy? | hyuninmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora