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Jeongin era bastante coqueto con unas copas de más. Él lo sabía y lo había aprovechado al máximo cuando trabajaba en el club. Siempre fue una situación en la que todos salían ganando; a los clientes les encantaba la atención lúcida que recibían de él, y su trabajo era más fácil cuando no estaba sobrio. Pero no había estado borracho desde que se mudó con Hyunjin. Hubo algunas noches en las que compartieron vino los tres mientras veían televisión, sin embargo el menor no se había emborrachado así desde que trabajaba en el club. Y ambos hombres no habían visto este lado de él. Hasta esta noche.

Hyunjin los había llevado a la fiesta de su amigo en un club, y Jeongin realmente solo tenía intención de tomar una copa. Pero los nuevos amigos que hizo allí le dijeron que se animara y le pusieron más bebidas en la mano, así que ¿Era realmente culpa suya si estaba en el regazo de algún chico ahora mismo?

Probablemente lo fue, debería haber rechazado cortés mente las bebidas. Sin embargo ya era demasiado tarde.

-Seungminiiie, ¿Cuándo te teñiste el pelo de rubio?- Jeongin arrastraba las palabras, acariciando el cabello del chico mientras se acurrucaba en su hombro.

-No soy Seungmin- se rió el chico, pero su agarre en la cintura del menor era firme ya que claramente no quería que se fuera.

-Que... -se las arregló Jeongin, tratando de echar una mirada adecuada al hombre del que estaba seguro que era su novio. Cuando se dio cuenta de que en realidad no lo era, se limitó a reír y le dio un casto beso en los labios.

-¿Cómo salgo, señor?- Jeongin estaba teniendo problemas para recordar dónde estaba. Las únicas veces que había estado tan borracho fue cuando estaba en el antiguo club, por lo que su cuerpo había entrado en modo de chico de alquiler automático. Comenzó a frotar sus caderas contra la entrepierna del hombre.

-¿Quieres volver a mi casa?—susurró el hombre con vehemencia. 

La mente confusa de Jeongin se aclaró lo suficiente como para decirle que no tiene permitido salir del club con los clientes, que no era seguro seguirlos a casa. Estaba a punto de sugerir que podrían usar las habitaciones privadas en la parte de atrás.

Pero antes de que pudiera responder, escuchó que gritaban su nombre. Se dio la vuelta para ver a su Amo mirándolo.

—Hola Amoo—dijo arrastrando las palabras, sonriendo borracho. Quería bajarse del regazo del hombre, pero honestamente, estaba demasiado cómodo para moverse. Y el hombre todavía estaba frotando lentamente su erección, y se sentía demasiado bien para alejarse.

—Nos vamos a casa— anunció Hyunjin, mirando al hombre hacia abajo. Cuando el menor no se movió, agarró su brazo con enojo. —Ahora.—

Jeongin se despidió del confundido extraño, riendo tontamente y sin que Hyunjin lo molestara tirando bruscamente de su brazo.

El viaje a casa estuvo lleno de tensión por parte de Hyunjin y Seungmin. Por su parte Jeongin todavía estaba felizmente inconsciente de lo que había hecho, y se acurrucó contra Seungmin besándolo ocasionalmente. Kim Seungmin solo estaba borracho, pensó que tenía una tolerancia más alta que el menor por lo que dejó que lo besara por todas partes, abrazándolo con fuerza y ​​casi de manera protectora, esperando que el mayor de los tres no se enojara demasiado.

Cuando llegaron a casa, Yang empezó a sentirse mareado. Hyunjin dejó a Seungmin para que lo cuidara mientras vomitaba en el inodoro.

—Estoy en problemas, ¿No?— Murmuró el menor al darse cuenta de lo que había hecho. Cerró los ojos, el mundo ya no giraba a su alrededor de una buena manera.

—Yo ... desearía poder decir que no lo estas— respondió Seungmin suavemente desde el borde de la bañera donde estaba sentado. —Pero no te preocupes, sabes que Anthony entendería—

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2021 ⏰

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