Capítulo 34

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"¿Desde cuando te importa seguir las reglas?"

10 am. No quería despertar y tener que enfrentarme al mundo, a Regina en concreto. La había hecho enfurecer demasiado anoche y seguramente me caería una enorme reprimenda, y yo no estaba con ánimo de recibirla, simplemente deseaba terminar con todo de una vez por todas.
Gruñí y me cubrí con las sábanas hasta la cabeza donde permanecí por unos minutos, sabiendo que no podría postergar más el momento me descubrí y puse todo mi empeño para salir de la cama, fui hasta al baño y me remoje el rostro con agua fría, después, sin más remedio caminé hasta el gran armario y saqué un poco de ropa, era linda pero no quería tener que usarla, no obstante, sabía que no podía continuar poniéndome la única ropa que había traído conmigo cuando llegue, termine de alistarme y nuevamente, hice un gran esfuerzo y salí de mi habitación para después obligar a mis pies a bajar hasta el comedor donde ya debía de encontrarse Regina, me equivoqué, no había nadie ahí, una persona del personal se me acercó y me indicó que debía ir al despacho de mi madre después de desayunar, así lo hice, suspire mientras me plantaba delante de la puerta y tocaba con los nudillos, se escucho un adelante y está se abrió de par en par para que yo entrara. Regina se encontraba sentada frente a su escritorio alzó la mirada mientras entraba, parecía tranquila, al poco tiempo otra mirada recayó en mi, era la de Justin. No esperaba encontrarlo y su aspecto aseguraba que seguía aquí desde anoche, llevaba la misma ropa, tenía la camisa blanca arremangada y aún manchada de sangre seca, su rostro parecía realmente agotado. No pude evitar preguntarme si había dormido aunque sea un poco.

—La puntualidad definitivamente no es tu fuerte.—comentó mi madre con un tono grave pero calmado.

—Bueno, no tuve precisamente la mejor de las noches.—respondí con recelo.

—Es gratificante que lo digas.—contesto Regina con cierta dureza—. Nosotros tampoco tuvimos una buena noche tratando de solucionar tu arrebato.

Justo lo que quería evitarme.

—¿Y que se debía de reparar con exactitud? —pregunté con cierta mordacidad—. Asesine al hombre, ¿que más da?

Mi madre me dio una mirada de advertencia, trataba de mantenerse serena pero era claro que yo la sacaba de quicio, tal vez tanto como ella a mi.

Justin se removió incómodo.

—Debería marcharme para que puedan hablar con tranquilidad.—intento librarse pero mi madre no lo dejo.

—Quédate, esto también te concierne.—le pidió, no lo hizo a manera de orden pero si que era toda la intención.

Justin asintió y acto seguido mi madre nos hizo una seña para que tomáramos asiento frente a ella.

—¿Que más da? decías...—repitió Regina a manera de mofa—. Se te menciono claramente que no te entrometieras pero aún así lo hiciste y complicaste nuestro trabajo, por lo cual tuvimos que recurrir a otros medios para averiguar qué era lo que quería ese hombre...

—¡Por Dios! —exclame exasperada, interrumpiéndola. Algo que no le agrado en absoluto—. ¡No iba a hablar! ¿Cuál es el maldito problema?

—Que no piensas las cosas antes de hacerlas, no tienes ningún tipo de control sobre ti misma.—me riño y yo quise abrir la boca para defenderme pero no me dio oportunidad—. Y si tuvieras una mínima idea de como hacemos las cosas por aquí, sabrías que habría conseguido esa información con algo más que con el show que diste anoche, si no te hubieras entrometido y tan solo me hubieras dejado hacer mi trabajo sabrías que le diste a ese hombre justo lo que quería, una muerte segura antes de que yo le pusiera un solo dedo encima.

Dangerous Love 2 »jariana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora