Dice Godric que se besen

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@eagleravenclaw y @harifer creo que cumplí con el premio de ambas. Disfruten!


Kingsley se servía un té negro para desayunar mientras miraba leía el Profeta deteniéndose en las noticias sobre los allanamientos de aurores en viejas propiedades abandonadas en las afuera de Manchester.

Repentinamente apoyó  la taza en la mesa e inclinó su cabeza hacía atrás contemplando el techo del departamento.
La guerra les estaba quedando grande, muy grande. Nunca imaginó tener que afrontar las responsabilidades que tenía en sus hombros con tan poca edad; las misiones del cuartel, las misiones de la Orden y su amor secreto con Levi.
Dejó el Profeta en la mesa y giró para observar al muchacho que dormía enrollado a la sábana cubriendo su desnudez; Levi, como un buen McDonald, era intenso hasta para dormir.
Había perdido la cuenta de las discusiones que habían tenido sobre salir de las mazmorras. Por su lado, Levi se había sincerado con su familia y no solo lo habían aceptado, sino que actuaban como si fuera lo más normal del mundo. De hecho, era lo más normal del mundo, pero el auror de tez morena peleaba una guerra a la vez.
Tal vez los McDonald eran modernos, pero no representaban a toda la comunidad mágica.

Sus padres habían sufrido en carne propia la discriminación por el color de su piel en Estados Unidos, sobre todo en el mundo muggle. En el mundo mágico esos prejuicios ya casi no existían, pero si a eso le sumaba que era gay, Kingsley pensaba que tenía todos los números comprados para ser un paria.
Él sabía que Levi intentaba comprenderlo y seguían a escondidas, solo demostrando el amor que se tenían puertas adentro, pero Kingsley temía con todo su ser que por amarse, los seguidores de Voldemort se ensañen más con ellos dos; los homosexuales aún eran considerados "fenómenos" "anormales" y sumando que él era moreno y ambos aurores. ¿En cuánto tiempo irán tras ellos dos? ¿Cuánto más podían disfrutar los besos, las caricias, los susurros y las declaraciones de amor en esa casa de dos habitaciones?

En el único lugar donde podían ser reales, era dentro de la Orden y por ello, Kingsley siempre estaría agradecido con Albus Dumbledore.

-...Sera un honor servir en las filas de la Orden, señor – decía Kingsley solemnemente. Dumbledore sonreía.

-Comprendido lo que conlleva este trabajo... ¿Hay algo que quiera preguntarme...?

Dumbledore, sabio como ninguno, intuía que el joven auror quería aclarar algunas cosas.

-Se lo que conlleva, señor. Solo espero... espero que no sea un problema para usted ni nadie que... Mi relación con... con Levi McDonald – decía un nervioso Kingsley incapaz de mirar a los ojos a su exdirector.

Dumbledore sonrió con nostalgia, recordando cosas que solo él vivió. Se levantó de su silla y caminó hasta el auror. Kingsley aterrado, pensó que eso sería un impedimento para pertenecer a la Orden.

- ¿Acaso no es esperanzador que siga habiendo amor en este mundo...? – dijo Dumbledore apoyando una mano en el hombro del muchacho – Este es solo un consejo mío, pero yo que usted, solo mantendría en secreto que pertenece a la Orden y no a quien ama. Amar a alguien, merece ser gritado a los cuatro vientos.

- ¡No me despertaste para desayunar! – el grito indignado de Levi lo hizo volver en sí. El muchacho se acercó a él y le dio un pequeño beso en los labios.

-Te despiertas muy tarde, Levi – dijo Kingsley seriamente. Levi puso los ojos en blanco – Puntualidad, disciplina y responsabilidad.

-Suenas a Alastor – se quejó Levi sacudiendo su varita para hacer aparecer unas tostadas.

Merodeadores superando las expectativasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora