REDENCIÓN

Desobediencia

- Te quedarás aquí Min Yoongi, no nos dejaste otra opción. Te lo buscaste y lo sabes, te advertimos que una pelea más y estarías en un internado.

- Bla, bla. Solo haces lo de siempre, dejarle la responsabilidad de tus problemas a otros para revolcarte con esa perra por eso mamá murió, por hijo de pu...- un sonoro golpe bastó para silenciar la sala y dejar asombrados a los presentes pero fue la misma causa quien lo hizo más aturdidor con su risa carente de gracia- Por fin pones en práctica tu paternidad, tardaste tanto tiempo. Harás que llore ¡Oh por favor padre, no me abandones!

- Eres un maldi..- fue detenido por su nueva esposa, no quería que la relación de su esposo y su hijastro se convirtiera en un espectáculo para los que estaban en la sala de espera.

- Cariño cálmate. No dejes que te haga perder la compostura con sus berrinches. Todos te están mirando, no es el mejor lugar para corregirlo, además por eso estamos aquí porque hay otra solución.- el señor resignado bajo el puño que estaba listo para colorear la mejilla izquierda de su hijo adolescente.

- Una vez más la vagina con dientes te lavo el cerebro, qué decepción, creí que tenías más huevos.- y antes de que el señor Min se atreviera a decir o a hacer algo el Padre salió de la oficina para recibirlos.

- Buenos días a todos espero no haberlos hecho esperar tanto, estábamos terminando el rosario matutino pero en fin, sean ustedes bienvenidos, por acá pueden pasar los jóvenes para ser recibidos por la casa de Dios. Padres lamento informarles que llegó la hora de despedirse, tomen el tiempo que necesiten.- cada padre y madre abrazó a su hijo con tanta fuerza procurando transmitir la cantidad de amor que sentían y el dolor que sopesaba la separación, el llanto tomo protagonismo el la sala junto a palabras desbordantes de cariño.

- Yoon...

- Vete a la mierda- solo una señal de desprecio con el dedo medio Yoongi se marchó de la sala entrando por la puerta que daba inicio a su primer día en el internado. Su padre era un maldito bastardo que solo quería apariencias y él no estaba dispuesto a prestarse para tal show.

- Te amo...- las constantes luchas nunca le dejaron expresar el amor que sentía por su hijo y el ultimátum solo les quitó la posibilidad a ambos hombres de demostrarse algún día aprecio.

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