Quiéreme Si Te Atreves

Capítulo 24

Llegamos a casa

—Bueno hija; hemos llegado

—Gracias por traernos mamá y creo que deberías de hablar con Isela, ustedes 2 tienen mucho de que hablar

—Pues tienes mucha razón; y dime algo hija. ¿No quisieras irte a vivir conmigo?

—Claro que si. Pero no creo que Isela lo permita

—Pues aprovechando; podría hablar con ella ahora

—Pues creo será lo mejor, supongo

—Bien.—sonreí mientras abría la puerta del auto. Después Santiago y yo nos despedimos, luego entre a la casa

—Ya vine.—exclame al abrir la puerta

—Hija ¡¿En donde estabas?! Nos tenías muy preocupados.—Isela en cuanto me vio, corrió a mi y me abrazó

—Lo siento Isela. Y es un milagro que estuvieran preocupados por mi.—alce las cejas

—¿A donde fuiste? Y no me llames Isela que soy tu madre

—Tu no eres mi madre y ¿enserio quieres saber a dónde fui? ¡Pues fui a buscar a mi verdadera madre!

—¡¿Qué hiciste que?!.—gritó histérica

—Si lo que oíste. Y lamento decirte que ya la encontré

—¿Y que fue lo que te dijo?—titubeó

—Todo Isela, todo

—No puedo creerlo.—se llevó las manos a la sien

—Pues creelo. Madre ya puedes pasar.—hice la señal para que mi madre entrará

—Hola Isela ¿Me recuerdas? Soy yo Diana, la madre de Vanessa.

Podría jurar que en ese momento Isela se puso pálida de la impresión, creí que se iba a desmayar, pero eso no ocurrió, en todo momento se mostró fuerte aunque no era así. Todo se quedo en silencio un instante

—Uhm—comenzó a decir Isela.—claro, como olvidarte—prosiguió—pensé que te había quedado muy claro lo que hablamos la ultima vez que nos vimos.—alzó las cejas

—Se acabó Isela. Ya deja de mentirme a mi y a tu "hija"

—Ah vaya, vaya—rió.—Y ¿Vienes a llevartela supongo?

—No sín antes decir lo que te tengo que decir

—Pues dímelo. Habla mujer

—Cómo ya lo dije si he venido es  por MI hija. Ya me enteré que todo el tiempo que lleva viviendo aquí, tus hijas la han tratado como si fuese basura por que presuntamente ella tiene la culpa de que tu marido haya muerto—alzó la voz

—Perdóname pero yo no sabía eso. Me entere hasta después de que tuvo el accidente.—interrumpió

—¡¿Accidente?! ¡¿De cual accidente éstas hablando Isela?!—gritó

—¡Qué! ¿Acaso tu hija no te lo dijo? —ambas me miraron serias un segundo, y siguieron gritandose mutuamente

—Me prometiste que estaría bien. . . ¿Esta es acaso la "buena vida" que me prometiste que le darías? ¿La que según tu sería mucho mejor que la que yo podría darle? ¡CONTESTAME!

Isela sólo se quedo callada, pensando un minuto, hasta que hablo

—Perdóname Diana pero. . . Fue un error; mira lo que pasa es que mis hijas encerraron a tu hija y ella pues. . . se intento suicidar. La llevamos al hospital y nos dijeron que estaba en coma, así duro unos meses hasta que despertó