Capitulo 5

16 0 0
                                    

:: Besos :::

Silver POV

Debía parar. Tenia que detenerme irrefutablemente en ese preciso momento, pero mi cuerpo se negaba a obedecer a mi cerebro. Cada beso me robaba un trozo de alma, cada caricia me arrancaba un suspiro y aquella atrevida lengua que jugueteaba en mi cuello me estremecía terriblemente; la pasión y la lujuria unieron fuerzas y nublaron casi por completo mi juicio. Tenia que parar, aunque no quisiera… DEVIA hacerlo, pero era tan condenadamente difícil con aquellas manos recorriéndome la espalda, siendo secundado por la desquiciante lengua que recorría mi ya ardiente piel desde mis labios hasta la clavícula, siguiendo por el cuello y culminando con el lóbulo de mi oreja derecha. Desconozco el momento preciso en que terminamos en el suelo alfombrado, poco me importaba, nada me importaba mas que mi pequeña Kuroko, y era mi preocupación lo que me pedía a gritos parar con semejante acto antes de que llegara mas lejos, pero es que mi cordura no tenia sentido con mi mente bloqueada por la lujuria, la deseaba, aquí y ahora, la desee desde que deliberadamente ella dio hincapié a todo ese alboroto de hormonas que por años había reprimido con éxito, la amaba y odiaba por ello. Mis manos recorrían su piel y trazaban caminos sin sentido por lo largo de su espalda; mis besos apasionados se volvían castos para después convertirse en salvajes que felizmente me eran correspondidos, la ropa me estorbaba y se que a ella también, pero…. ¡DEBIA PARAR!

Las heridas de mi pequeña aun no sanaban completamente y estaba cien por ciento segura de que si seguíamos con aquello ella terminaría mas lastimada, pero me era tan condenadamente difícil, ella era mi droga personal, apenas probaba sus labios me era imposible pensar, solo me dedicaba a sentir y tocar….tocar su maldito/bendito/sexy cuerpo bien formado, recorrer su cuello con besos tibios y húmedos hasta los limites del escote de la pijama. Sus inquietas manos jugaban por debajo de mis ropas, excitándome con cada rose, y ella sabia lo que sus caricias provocaban en mi, la veía sonreír con lujuria impregnada en sus ojos, ¡Y ESO ME EXITABA!

Por un segundo deje de sentir sus manos sobre mi piel y después un tirón en mi pijama superior, poco me importo la tela rasgada y los botones rotos, simplemente nada me importaba mas que sucumbir ante sus deseos, pero ¡DEVIA PARAR! Simplemente esta mujer me prendía y descontrolaba en segundos.

Entre beso y beso no me percate de que me fui recostando en la alfombra con ella sobre de mi, no me importaba lo que me fuera a hacer, por el brillo de sus ojos sabia perfectamente que nada malo podría salir de aquello. Se sentó a horcajadas sobre mi estomago y me observo unos segundos, como grabando en su memoria cada uno de los detalles de mi cuerpo superior desnudo. En un arrebato seximente bien calculado se inclino un poco y con la yema de su dedo incide derecho recorrió la piel de mi abdomen, jugó un poco con mi ombligo mandándome una descarga eléctrica placentera a todo mi cuerpo, me incorpore un poco y apoye mi peso en mis extremidades, la vi sonreír cuando mi cuerpo se estremeció de placer por sus caricias nada inocentes, ya no aguantaba mas, simplemente esa mujer era demasiada tentación…!Y YO ERA UNA VIL PECADORA!

Y sin mas remedio me deje llevar por mis malditos instintos… grave error.

En un arrebato de excitación fui demasiado brusca, la tome de las caderas y termine sobre ella dispuesta a devorarla, y de no ser por su quejido de dolor lo hubiera hecho. La había lastimado, eso jamás en la vida me lo perdonaría, sobre todo cuando hacia solo unos minutos atrás jure protegerla de todo. Pero ella pareció restarle importancia, tan solo me sonrió dulcemente y me atrajo hacia si para que me recostara sobre ella, aunque claro, mi cerebro por fin había reaccionado y procure no poner mucho de mi peso sobre su aun acelerado pecho. No dijimos nada por un rato, tan solo nos quedamos ahí, sin movernos, escuchando la respiración de la otra y sintiendo nuestros cuerpos.

Solo dejate amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora