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Fui llevado a un lugar donde se encontraban los demás doctores. El psicólogo me ordeno.

- Naty acuestate  en la cama. - Yo obedeci comenzó a pegarme. - La siguiente fase ha comenzado no representa amenaza siente dolor pero no puede responder agresivamente. - Yo me movía de un lado a otro debido al dolor pero me era imposible levantarme.

-  Naty Levantate.

Y como por arte de magia me pude levantar. El psicólogo se me acerco y me comenzó a desatar los consoladores el tenia las claves de esos candados.

- También se ha comenzado a trabajar el esfínter y la vagina para que se acostumbre a que sea penetrada.

Después me penetro con dos consoladores más grandes sujetos con correas a la cintura puso su mano sobre mi rostro.

- Naty ponte a lamer mi mano.

Comencé a lamer la mano. Los demás doctores comenzaron a aplaudir.

- Es maravilloso colega ha hecho usted algo magnifico es como si se trataran de perros domesticados. El grado de sumisión es total. Espero que esto siga así y pronto podamos hacer unas excelentes maquinas al servicio y placer del hombre.


Un día me vino a buscar la enfermera -asistente a mí me dolía mucho la panza.

- Levántate Natalia

- No puedo. Me duele mucho la panza.

Yo me tomaba el vientre con mucho dolor. La mujer vio la cama tenia manchas rojas. Yo estaba sorprendido. Ella llamo a un médico.

- Cámbienle las sabanas. - Dijo este hombre.

El Doctor me reviso y me retiro esos consoladores.

-Felicidades Natalia. Ya eres mujer. Los órganos que te pusimos funcionan. Tienes la menstruación usaras tampones y cambiate siempre que te manches.

Estuve cuatro días de vacaciones mientras duro "la menstruación" esa. 

Finalizado ese tiempo mi vida siguió con la rutina de siempre. Me volvieron a drogar para ponerme los consoladores anales y vaginales pero eran mas grandes, casi no los soportaba me dolia mucho al caminar.

Estos consoladores tenían un agujero en el centro por el cual podía hacer mis necesidades. Claro tenia que sentarme porque la tapa que los cerraba solo se abria si estaba sentado de otro modo no. Se limpiaban solos después de usarlos y cada hora empezaban a vibrar hasta que era insoportable. Duraba la vibración quince minutos y yo no aguantaba mas. Por supuesto nadie me decía nada. Todas las chicas estaban igual. 

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