•RECUPERAR• ×Rubegetta×

06

Rubius y Vegetta se habían puesto en contacto con Mangel y Lolito y habían acordado verse en la isla del Alfa pelinegro para hablar sobre el siguiente paso de su plan.

Mientras la pareja caminaba hacia la isla de Vegetta puesto que según este ahí tendrían más privacidad, la otra pareja se encontraba en el salón "hablando".

Habían comenzado a besarse fogosamente en cuanto colgaron la llamada con Mangel y ahora se encontraban en el sofá comiéndose la boca mutuamente.

Estaban a punto de pasar a algo más cuando escucharon el timbre de Vegetta. Al principio no quisieron hacerle caso pero después de casi dos minutos se separaron algo fastidiados a abrir.

-¡Hasta que abren!- exclamó Lolito.

-Callate idiota- añadió Vegetta para que después Rubius tomara a Mangel de la mano y le obligara a entrar en la casa.

Los dos Alfas les siguieron y finalmente todos estuvieron en el salón de la isla flotante.

-Y bien ¿Cual es el plan?- cuestionó Lolito.

-Tenemos pensado seguir convenciendo a los héroes uno a uno- dijo Rubius- solo nos falta pensar a quien convencer ahora.

-¿Que tal a Auron?- sugirió Mangel.

-Ese calvo no nos hará caso si solo somos nosotros- dijo Rubius.

-Estoy de acuerdo, Auron me odia- añadió Lolito.

-No es buen plan ¿Que tal Alexby?- dijo Vegetta.

-Yo no tengo problemas con él- dijo Mangel.

-Pues yo sí- añadió Rubius.

-No puedes odiar a Alex para siempre Rubiuh- suspiró Mangel.

-Aunque Alex no nos hará caso si no tenemos a Fargan de nuestro lado- añadió Lolito.

-¡No pienso dejar que Fargan se acerque a mi!- exclamó Mangel.

-Fargan es a la persona a la que tenemos que convencer para seguir con el plan, si él está de nuestro lado convencer a Alex y Willy será pan comido- añadió Lolito- tienes que disculparte con el mi niña, vuestro odio es una estupidez.

-¡Pero intentó matarte!- exclamó Mangel.

-¡Solo me dio una bolsa de patatas!- añadió Lolito- Él no sabía que estaban caducadas.

Mangel se quedó callado un rato para después suspirar.

-Está bien...- suspiró Mangel.

-Creo que lo mejor será que Lolito lo convenza, no por nada sois amigos- dijo Rubius.

-Necesito que venga Vegetta conmigo, por muy amigos que seamos no me creerá si no lo escucha de la boca del mismísimo Triple 7.

-No hay problema vamos ahora- añadió Vegetta- vosotros dos quedaros aquí y nada de salir.

Rubius hizo un puchero para después acercarse a besar a su Alfa como despedida.

Mangel también se despidió de Lolito y finalmente ambos Alfas salieron de la casa.

(...)

Caminaron hasta llegar al vecindario en el que vivía Fargan, antes era una casa en medio de la nada como todas las demás pero en ese entonces hasta vecinos molestos tenía.

Llamaron a la puerta hasta que a los pocos segundos Fargan abrió.

Al ver a Lolito sonrió pero le sorprendió ver a Vegetta en su puerta, no se llevaban mal pero hacía tiempo que no hablaban.

-¿Que queréis?- preguntó el Alfa.

-¿Podemos hablar contigo Fargan?- cuestionó Vegetta.

-¿Que es lo que el mismísimo Triple 7 quiere de mi?

-Es un tema importante ¿Podemos pasar?- añadió Lolito.

Fargan asintió por lo que los tres entraron en la casa.

-¿Y bien? ¿Que queréis?

-Venimos a proponerte algo- respondió Vegetta.

-¿Me beneficiará en algún aspecto?

-Por supuesto que sí- añadió Lolito.

-Entonces os escucho.

-Hemos decidido que vamos a recuperar la antigua Karmaland- dijo Vegetta haciendo que Fargan se sorprendiera.

-¿Os recuerdo que estáis hablando con un oficial de policía sobre hacer un golpe de estado?- cuestionó el Alfa.

-No jodas Fargan, sabemos que odias a Cerdus Gil tanto como nosotros- añadió Lolito.

-No puedo negar que me encantaría ayudaros pero antes os quiero preguntar algo.

-¿Que es ese algo?- cuestionó Vegetta.

-¿Que os ha hecho quereres recuperar el antiguo pueblo?- preguntó Fargan- No se arma un plan así de la noche a la mañana.

Vegetta suspiró para después responder.

-Rubius está embarazado- Fargan se sorprendió aún más si eso era posible- Dice que si no recuperamos el pueblo se irá, y a decir verdad también extraño la antigua Karmaland.

La habitación se quedó en silencio mientras Fargan procesaba la idea, después de un rato suspiró también y respondió.

-Acepto vuestra oferta- dijo Fargan- hecho de menos hacer maldades por mi cuenta y no tener un gobierno corrupto.

Cuando Vegetta levantó la mirada pudo ver qué Fargan tenía una sonrisa. Al parecer todos habían estado extrañando el antiguo pueblo.

Cinco héroes ya están convencidos, faltan cuatro...